River, con la billetera más inflada que el pecho de un pavo real en época de apareamiento, gastó más de 50 palos verdes en refuerzos en los últimos dos mercados de pases. ¿Será que Gallardo volvió con la manija de comprar figuritas como si fueran estampitas del Mundial?
¿Cuánto gastó River en refuerzos? Una cifra que te hará silbar bajito
Tras la vuelta de Marcelo Gallardo a la dirección técnica, River volvió a ser el Millonario no solo de nombre, sino también de gastos. La llegada de Kevin Castaño, por la módica suma de 13.8 millones de dólares, fue la frutilla del postre en una torta de inversiones que supera los 50 millones de dólares en los últimos dos mercados de pases. Sí, leyeron bien, ¡cincuenta millones! Como para comprarse un par de canchas nuevas y todavía sobra para el asado de fin de año.
Con la llegada del Muñeco, el club pasó de las compras medidas de la era Demichelis a una lluvia de billetes que ni la AFA en sus mejores épocas. Primero fue Germán Pezzella, repatriado por 4 millones de dólares, una cifra que casi iguala lo que costó todo el plantel de Defensa y Justicia en su momento. Le siguieron Fabricio Bustos, Maximiliano Meza y Marcos Acuña, todos con sus respectivos precios que, sumados, hicieron temblar hasta al dólar blue.
Refuerzos de lujo: ¿Caprichos de Gallardo o inversiones necesarias?
Para este último mercado de pases, River no se anduvo con chiquitas. Además de las llegadas a coste cero de Enzo Pérez y Matías Rojas (dos jugadores que, a priori, parecían más difíciles de conseguir que la figurita de Messi en el álbum del Mundial), y la cesión de Giuliano Galoppo (con opción de compra, claro), el club desembolsó 7 millones por Lucas Martínez Quarta, una cifra que hasta hace un par de años parecía una locura.
Pero la cosa no quedó ahí. Gallardo, con el poder de convencimiento de un vendedor de seguros de vida, logró que el club pusiera 5 millones por Gonzalo Montiel y 10 millones por Sebastián Driussi. Castaño, con sus 13.8 millones, se convirtió en la segunda compra más cara de la historia del club, solo superado por Lucas Pratto, el Oso que llegó para romperla en la Libertadores.
El detalle de los gastos: ¿Un agujero negro en Núñez?
Si sumamos las llegadas de Adam Bareiro (2.5 millones) y Jeremías Ledesma (3.8 millones), el total gastado asciende a la friolera de 56 millones de dólares. Una cifra que genera debate: ¿Es una inversión a futuro o un gasto desmedido? ¿River está hipotecando su futuro o construyendo un equipo para ganar todo? Las opiniones, como los goles errados de Eber Ludueña, están divididas. Lo que está claro es que con esta inversión, la presión por ganar es más grande que el Monumental lleno.
