Tras la goleada de Argentina a Brasil con goles de Julián Álvarez, Enzo Fernández y Giuliano Simeone, River Plate recuerda su aporte histórico a la Selección, con 14 categorías juveniles que nutrieron a la Albiceleste entre 1989 y 2002.

Argentina bailó a Brasil con ritmo riverplatense
La Selección Argentina le dio un baile a Brasil en las Eliminatorias Sudamericanas, un contundente 4-1 que resonó con fuerza en Núñez. Tres de los goles fueron obra de jugadores surgidos de la cantera millonaria: Julián Álvarez, Enzo Fernández y Giuliano Simeone, el hijo del Cholo que, a pesar de no haber debutado en Primera con River, lleva la banda roja en la sangre.
Este hat-trick criollo reflotó el debate sobre el semillero riverplatense y su inagotable aporte a la Selección. Y el Millonario, ni lerdo ni perezoso, sacó chapa: 14 categorías juveniles aportaron jugadores a la Albiceleste entre 1989 y 2002, una época dorada que vio desfilar a 22 futbolistas con la celeste y blanca. Desde Lucas Orban, allá por el 2008, hasta el reciente debut de Giuliano Simeone, la lista es larga y llena de nombres que brillaron con luz propia.
El semillero eterno: 14 camadas de cracks
Hablemos de nombres propios. ¿Cómo olvidar a los campeones de América y del mundo? Germán Pezzella, Gonzalo Montiel, Guido Rodríguez, Exequiel Palacios y Julián Álvarez, todos formados en el Monumental, fueron piezas clave en la Scaloneta que tocó el cielo con las manos. Y como si fuera poco, Matías Kranevitter, Manuel Lanzini y Lucas Martínez Quarta, también con pasado riverplatense, hoy defienden los colores del club bajo la atenta mirada de Marcelo Gallardo. Un dato que no es menor: ¿Será que el Muñeco está armando la próxima camada de campeones del mundo?
¿Se viene otra generación dorada? El debate está abierto
La lista completa de las camadas que aportaron a la Selección es extensa: desde la categoría ’89 con Lucas Orban, pasando por la ’91 con figuras como Germán Pezzella y los mellizos Funes Mori, hasta la 2002 con Giuliano Simeone. Un recorrido que invita a la nostalgia y a preguntarse: ¿estamos ante el nacimiento de una nueva generación dorada? ¿Podrán los pibes de River emular las hazañas de sus antecesores?
El debate queda planteado. Y como diría el Bambino Veira, «el que sabe, sabe».