River perdió el invicto contra el Pincha y encendió las alarmas. Gallardo deberá remarla en dulce de leche para levantar cabeza en la Supercopa Internacional contra Talleres.

¿Un River para el infarto?
La derrota 0-2 contra Estudiantes confirmó lo que se venía rumoreando en los pasillos del Monumental: las alegrías de River parecen depender más de las desgracias de Boca que de sus propios logros. ¿Será que extrañan el «silencio atroz»? Recordemos que al gol de John Kennedy para Fluminense en la final de la Libertadores 2023 le siguieron los dos de Bouzat para Vélez en la semifinal de la Copa Argentina 2024 y la eliminación de Boca a manos de Alianza Lima en la Bombonera. Un papelón a nivel Benedetto errando un penal decisivo.
Sí, River festejó la Supercopa Argentina contra Estudiantes (justito el equipo que ahora lo bajó) y el Suplentazo ante Boca el año pasado… pero parecen fuegos artificiales en medio de un campeonato con neblina. El equipo, primero con Demichelis y ahora con el Muñeco, no termina de convencer. Parece un De la Cruz en modo amistoso.
El Pincha, la piedra en el zapato
Hay que reconocer que Estudiantes, con una sola derrota en 22 partidos (justo contra River a fines de 2024, con Armani como héroe), es un rival de peso. Quizás el mejor del torneo local, sacando pecho como Racing con su Sudamericana y Recopa. Perder el invicto en la octava fecha contra ellos no es el fin del mundo… ¿o sí?
El partido era una prueba de fuego para River. Y digamos que se quemaron bastante. Quince minutos de buen juego en el primer tiempo, un gol anulado por un VAR más preciso que cirujano y la expulsión de Enzo Pérez (una roja que ni el VAR del Mundial 2002 se hubiera animado a cobrar) dejaron al equipo tambaleando. Un partido para el olvido, como aquel Superclásico del gas pimienta.
Gallardo, entre la espada y la pared
River es un equipo de momentos, de chispazos. Como un Pity Martínez gambeteando en el área… pero sin definición. Y marzo ya arrancó, la paciencia se agota más rápido que la nafta súper. Entre centros al área con Driussi de 9 y la cancha más resbaladiza que pista de patinaje, el Muñeco tiene trabajo por delante.
La Supercopa Internacional contra Talleres en Asunción es la chance para dar el volantazo. Ganar un título, aunque sea uno tan raro como este (un torneo local que se juega afuera, un invento a nivel AFA organizando un Mundial), es oxígeno puro. Recordemos que Boca ya la jugó y la perdió contra el Racing de Gago. Otra alegría para River gracias a las penas ajenas. ¿Se viene el despegue o seguiremos con el vuelo bajo? La pelota, y la opinión, la tiene usted.
El gol de Alexis Castro para que Estudiantes le gane a River (0-1)
Ascacibar puso el 2-0 y selló el triunfo de Estudiantes ante River