River y Talleres igualaron sin goles en un Monumental que se quedó con las ganas de gritar. El Muñeco movió el banco, pero ni así pudo romper el cero. La T se lleva un puntito a Córdoba y el Millonario sigue sin encontrar el rumbo en el torneo.
River y Talleres empataron sin goles en un partido para el olvido
El Monumental se vistió de gala, pero el espectáculo estuvo lejos de brillar. River y Talleres igualaron 0 a 0 en un encuentro flojo, donde sobraron las ganas y faltó el fútbol. El equipo de Gallardo, que venía de dos empates consecutivos, buscaba volver a la senda del triunfo, pero se topó con una sólida defensa cordobesa y una noche poco inspirada de sus delanteros.
Primer tiempo: Mucho ruido y pocas nueces
El arranque del partido prometía. A los 2 minutos, Colidio tuvo una chance clarita para abrir el marcador, pero su remate se fue por arriba del travesaño. Talleres respondió rápidamente con un cabezazo de Girotti, el ex River, que no pudo dirigir bien el balón. El resto del primer tiempo fue un monólogo del Millonario, con mucha posesión pero sin profundidad. La T, bien parada atrás, apostaba a la contra y a alguna genialidad de Reynoso, que estuvo bien controlado por la defensa local. Nos fuimos al descanso con un 0 a 0 que reflejaba lo visto en la cancha.
Facundo Colidio tuvo la primera de River ante Talleres
Segundo tiempo: El Muñeco mueve el banco, pero no hay caso
En el complemento, Gallardo intentó cambiar el rumbo del partido con los ingresos de Palavecino y Solari. Sin embargo, el equipo siguió sin encontrar los caminos al gol. Talleres, por su parte, se defendía con orden y apostaba a alguna contra aislada. El partido se fue apagando de a poco y terminó con un justo empate sin goles. ¿Se parece a los partidos de Bielsa en el Leeds? El debate queda abierto.
Un resultado que deja a River con sabor a poco y lo mantiene en la cuarta posición de la Zona B. Talleres, en cambio, suma un punto valioso que lo acerca a los puestos de clasificación. Habrá que ver si este punto sirve para algo o termina siendo un «empate para el descenso» como decía el Bambino Veira.