El gesto de Marcos Rojo al ver que Brey reemplazaba a Marchesín para los penales contra Alianza Lima desató la polémica y dejó en evidencia la interna boquense. Gago dijo que estaba planeado, pero la cara del capitán dijo otra cosa. ¿Se sabía o no se sabía?
¿Rojo en offside con Gago? La polémica del cambio de arquero en Boca
La eliminación de Boca a manos de Alianza Lima por Copa Libertadores dejó más tela para cortar que un asado para un batallón. Y no solo por el resultado en sí, sino por las decisiones tácticas de Fernando Gago, dignas de un Eber Ludueña en sus mejores épocas. Una de ellas, el cambio de arquero en el minuto 97 para la definición por penales. Marchesín le cedió el puesto a Leandro Brey, y la cara de Marcos Rojo fue un poema, como si hubiera visto al Diego en calzoncillos.
La imagen del capitán boquense mordiéndose el labio inferior, con una expresión entre la sorpresa y la indignación, recorrió las redes sociales más rápido que un gol de Messi a los ingleses. “¿Por qué Leo (Brey)? ¿Por los penales?”, consultó Rojo, según testigos. La respuesta del entrenador de arqueros no pareció convencerlo, y el gesto del defensor lo confirmó: algo olía a podrido en La Boca.
Gago: «Estaba hablado» (¿En serio?)
El técnico xeneize aseguró que la decisión estaba premeditada y que Brey, con sus antecedentes atajando penales -estilo Goycochea contra Yugoslavia- era la mejor opción. «El cambio se estudia, se trabaja todo con el entrenador de arquero… estaba en cierto punto hablado», explicó Gago. Sin embargo, la reacción de Rojo, que ni en el peor momento del Topo Gigio se lo vio tan desencajado, puso en duda la versión oficial. ¿Habrá sido una jugada preparada o un manotazo de ahogado?
El polémico gesto de Marcos Rojo tras el cambio de Marchesín por Brey para los penales
Un Boca afuera de todo (menos del Mundial de Clubes)
La escena del cambio de arquero no solo expuso la interna xeneize, sino que también alimentó la bronca de los hinchas, que ven a su equipo afuera de todas las competencias internacionales, salvo el Mundial de Clubes, al que clasificaron por ganar la Copa Argentina, un premio consuelo que hoy les debe saber a poco. Con este panorama, el futuro de Gago en el club pende de un hilo más fino que el bigote de Mostaza Merlo.
