San Lorenzo y Lanús empataron sin goles en el Nuevo Gasómetro, en un partido más frío que cancha de sintético en invierno. Russo y Pellegrino plantaron dos equipos que parecieron jugar al ajedrez con peones de madera, y el resultado fue un bodrio digno de la siesta de un domingo. Mastrángelo, el árbitro, casi se duerme dirigiendo.
Empate a puro bostezo en el Nuevo Gasómetro: San Lorenzo y Lanús no se sacaron ventajas
El Ciclón y el Granate igualaron 0 a 0 en un partido para el olvido, por la fecha 11 de la Liga Profesional. El encuentro, disputado en el Pedro Bidegain, fue un festival de imprecisiones y pocas situaciones de gol, como ver a Eber Ludueña pateando penales con ojotas.
Desde el arranque, ambos equipos mostraron una preocupante falta de ideas en ataque. San Lorenzo, con un Vombergar más perdido que el Kun Agüero en un partido de truco, intentó generar peligro por las bandas, pero chocó una y otra vez contra la férrea defensa granate. Lanús, por su parte, apostó a la velocidad de Carrera, que corrió más que Usain Bolt en rebaja, pero sin encontrar socios para lastimar.
El primer tiempo fue un monólogo del bostezo, con más faltas que pases acertados. El segundo tiempo no mejoró mucho: el partido siguió con la misma tónica, como si los jugadores estuvieran jugando con una pelota cuadrada. Los cambios introducidos por Russo y Pellegrino tampoco lograron cambiar el rumbo del encuentro, que terminó con un justo empate sin goles, como si hubieran jugado un partido de metegol con los muñecos rotos.
Las formaciones:
San Lorenzo: Orlando Gill; Ezequiel Herrera, Jhohan Romaña, Gastón Hernández, Elías Báez; Elián Irala, Emanuel Cecchini, Matías Reali; Alexis Cuello, Malcom Braida y Andrés Vombergar. DT: Miguel Ángel Russo.
Lanús: Nahuel Losada; Gonzalo Pérez, Ezequiel Muñoz, Carlos Izquierdoz, Sasha Marcich; Agustín Cardozo, Juan Ramírez, Eduardo Salvio; Marcelino Moreno, Ramiro Carrera y Walter Bou. DT: Mauricio Pellegrino.
Mastrángelo, un espectador de lujo:
El árbitro Hernán Mastrángelo tuvo una tarde tranquila, casi sin intervenciones polémicas. Diría Davo Xeneize que "fue al partido a tomar mate y comer facturas". El resultado, un 0-0 que dejó a ambos equipos con sabor a poco, como un asado sin chimichurri.
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