Scaloni, con la tranquilidad del que ya salió campeón del mundo, palpita el clásico contra Brasil en el Monumental. Entre la duda de si poner a De Paul o a Simeone, y el fantasma de la paternidad brasileña, el DT tiró frases que van a dar que hablar.
Scaloni, picante como chimichurri, calienta la previa del Argentina-Brasil
La Scaloneta se prepara para bailar con la Verdeamarela en el Monumental, en un partido que promete más tensión que final de Libertadores. Lionel Scaloni, con la calma del que ya levantó la Copa del Mundo, enfrentó a los micrófonos en la previa del encuentro por Eliminatorias y, como buen estratega, dejó algunas perlitas que seguramente harán ruido en el país vecino.
Un equipo que se arma solo… ¿o no?
El DT, con la baja confirmada de Nico González (¿vieron la roja que le sacaron contra Uruguay? ¡Casi lo deportan!) y la vuelta de De Paul (que venía con un golpe que lo tenía más lento que tortuga con wifi), dejó entrever que el equipo está casi definido. «Será muy parecido al del otro día, con el ingreso de Rodrigo De Paul y veremos si hay uno o dos cambios», tiró el técnico, dejando la puerta abierta a la duda que nos tiene a todos mordiéndonos las uñas: ¿De Paul o Giuliano Simeone? ¿4-3-3 o 4-4-2? ¿Jugará con dos delanteros como en la época de Ramón Díaz o se la jugará con un enganche a lo Bilardo? El misterio sigue.
Scaloni palpitó el clásico con Brasil: «Va a ser una linda prueba»
La paternidad: un tema que pica cerca
Claro que la pregunta del millón no podía faltar: ¿Se le puede ganar a Brasil? La estadística no nos favorece, es cierto, pero Scaloni, con una sonrisa pícara, le bajó el precio al tema. «Es una estadística. Alguna vez se va a romper», dijo, tirándole un centro a los más cabuleros. «Es un partido importante, pero no deja de ser para consolidarnos». Eso sí, aclaró que el equipo dará todo para demostrarle a la gente «que sigue vigente». ¿Será este el partido para cortar la racha?
El picante de Raphinha y la respuesta de Scaloni a lo Mostaza Merlo
Ante los dichos picantes de jugadores brasileños, como Raphinha (que parece que anduvo declarando cosas que harían sonrojar hasta al Bambino Veira), Scaloni respondió con la diplomacia de un embajador. «Es una Argentina-Brasil, es un partido importante pero no deja de ser un partido de fútbol», afirmó, y remató con una frase que quedará para el recuerdo: «Recuerdo la imagen después de la Copa América 2021, de Leo (Messi) sentado con Neymar en las escaleras del Maracaná. Esa es la imagen que tiene que quedar”. Un mensaje claro: que gane el mejor, pero con respeto. Casi como un «Paso a paso» pero versión siglo XXI.