Scaloni y Raphinha, que se había sacado chispas en la previa, se dieron un abrazo épico post goleada de Argentina. La imagen, digna de meme, recién ve la luz y genera revuelo en el mundo deportivo.
El clásico sudamericano entre Argentina y Brasil dejó tela para cortar, no solo por la goleada 4-1 de la Scaloneta, sino también por las perlitas que fueron apareciendo después del partido. Una de las últimas, y que promete dar que hablar, es una foto del abrazo entre Lionel Scaloni y Raphinha en los pasillos del Monumental.
Del «paliza» al abrazo: la historia de Scaloni y Raphinha
Recordemos que el delantero brasileño había calentado la previa, cual Riquelme en la final de la Libertadores 2001, tirando frases como «vamos a darles una paliza dentro y fuera de la cancha». La hinchada argentina, ni lerda ni perezosa, lo apuntó como el villano favorito de la noche, en la misma línea que Neymar en el Mineirazo, para qué nos vamos a mentir.
Pero luego del partido, en la zona de hospitality, apareció la imagen que nadie esperaba: Scaloni y Raphinha fundidos en un abrazo amistoso, con Daddy De Andrea, el fisioterapeuta de la Selección, como testigo de lujo. La foto, de dudosa procedencia al principio, fue confirmada por TyC Sports, que incluso accedió a la imagen original. Una imagen que nos hace acordar al abrazo entre Maradona y Caniggia después del gol a Brasil en Italia 90… pero sin el gol de Caniggia.
Scaloni, el pacificador: «Lo disculpo a Raphinha»
Mientras algunos jugadores argentinos, picantes como mostaza de cancha, le respondían a Raphinha con chicanas dignas de Mostaza Merlo, Scaloni le bajó el tono a la polémica cual Palermo pateando un penal decisivo.
«Lo disculpo a Raphinha», dijo el DT, asegurando que el brasileño «no tuvo malas intenciones», que solo «defiende a su selección». O sea, lo trató con la misma delicadeza que Bilardo cuidaba a sus plantas.
Scaloni puso paños fríos a los dichos de Raphinha
¿Marketing puro o reconciliación sincera? El debate está abierto
La pregunta que queda flotando en el aire, como un centro de Messi que nadie puede cabecear, es si este abrazo fue genuino o una simple estrategia de marketing para calmar las aguas. ¿Habrá sido una jugada preparada, cual córner corto ensayado por Pekerman? ¿O Scaloni, en su infinita sabiduría futbolera, realmente perdonó a Raphinha? El debate está abierto, y las redes sociales son la cancha donde se juega este partido.
