Silencio incómodo: Villa regresó a La Bombonera y la hinchada lo recibió con abucheos.

Redacción Cuyo News
3 min
Cortito y conciso:

Sebastián Villa volvió a pisar La Bombonera, pero con la camiseta de Independiente Rivadavia. El recibimiento fue… digamos, «cálido»: saludó a sus ex compañeros y al cuerpo técnico de Gago, pero la hinchada xeneize lo abucheó sin piedad.

El regreso del colombiano que nadie esperaba (o sí)

La vuelta de Sebastián Villa a La Bombonera fue el plato fuerte (y picante) en la victoria 2-0 de Boca sobre Independiente Rivadavia. Antes del arranque, el colombiano, con la camiseta de la Lepra, se acercó al banco de suplentes xeneize para saludar a viejos conocidos, incluyendo a Fernando Gago, su ex compañero en tiempos de gloria boquense. Un gesto que, visto lo visto, no le alcanzó para congraciarse con la hinchada.

Silbidos que retumbaron hasta Mendoza

Ni bien Villa tocó la primera pelota, la Bombonera explotó… pero no de aplausos. La hinchada de Boca, recordando la polémica salida del jugador, lo recibió con una sonora silbatina que seguro se escuchó hasta en la Plaza Independencia de Mendoza. Un recibimiento a lo Palermo en su regreso al Monumental, pero al revés. A pesar del «cariñoso» saludo, Villa no tuvo su mejor noche. La velocidad que lo caracterizaba pareció quedarse en el vestuario, y no logró generar peligro real al arco defendido por Agustín Marchesín. Se fue con más ruido por los silbidos que por su juego, como un Beto Alonso jugando para Independiente en el Boca.

Un historial que pesa más que una mochila llena de ladrillos

Recordemos que la salida de Villa de Boca no fue precisamente un cuento de hadas. Los problemas judiciales por una causa de violencia de género, que terminó en una condena de dos años y un mes, lo obligaron a dejar el club por la puerta de atrás, más rápido que Battaglia después de perder un clásico. A pesar de haber sido defendido en su momento por Juan Román Riquelme, el club lo apartó del plantel y luego recurrió a la FIFA para reclamar un resarcimiento económico y sanciones deportivas. Un reclamo que, como un centro de Caniggia a Ruggeri, no llegó a buen destino. El ente regulador se declaró incompetente y liberó a Villa de todo cargo.

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