Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), lanzó un mensaje contundente este fin de semana en medio de nuevas remarcaciones en góndolas: “¿Quieren vender? Bajen los precios”. En declaraciones a Radio Rivadavia, criticó los aumentos en productos como lácteos, cigarrillos, artículos de limpieza y perfumería, y defendió el rol de las pequeñas y medianas empresas frente a las grandes marcas.
Precios que suben, ventas que no acompañan
Savore advirtió que las recientes subas “van a contramano del comportamiento del consumidor”. Según explicó, muchas firmas habían bajado precios por la caída del consumo, y ahora volvieron a aumentarlos sin justificación clara. “La política de precios quietos venía funcionando, ni los hipermercados ni los almacenes convalidaban correcciones”, sostuvo.
Entre los rubros más afectados, mencionó los lácteos y alimentos congelados, que ya muestran subas en sus listas de precios. Frente a este panorama, los comercios de cercanía decidieron plantar bandera.
Bonificaciones y bronca
En diálogo con el programa Mercuriali 630, Savore describió el comportamiento de las grandes empresas: “Primero intentan subir, pero si los mayoristas no compran, vuelven las bonificaciones”. Según explicó, las bonificaciones pueden alcanzar hasta el 30% después de dos semanas sin ventas.
El dirigente también hizo hincapié en el cambio de hábito de los consumidores: “Hoy se compra por precio, no por marca. Las pymes ganaron espacio porque ofrecen buena calidad y precios accesibles. ¿Por qué no darles más lugar?”, planteó.
Las pymes, en alza
Según Savore, ya no hay dependencia exclusiva de las grandes compañías: “No estamos tan cautivos. Hay muchas empresas que producen bien. El consumidor se dio cuenta”. Y agregó un ejemplo: “El queso crema de la marca más competitiva está carísimo. Al día 15, te tiran un 30% de bonificación. Eso te demuestra que el precio inicial no era real”.
Sin miedo al desabastecimiento
Consultado sobre un eventual faltante de stock por no aceptar aumentos, fue categórico: “Lo que sobra son empresas. Acá hay que producir y bajar precios”. Recordó que en abril, las aceiteras intentaron subir entre 5% y 9%, pero los comercios rechazaron esas listas.
En su mensaje final, apuntó directo a quienes remarcan sin criterio: “Son unos delincuentes. No van a vender”. Según contó, ya se habla entre almaceneros cómo enfrentar estas prácticas: “Cuando vengan las empresas que aumentan, les vamos a decir que no queremos nada”.
En un contexto de bajo poder adquisitivo, los comercios de cercanía se consolidan como una opción de resistencia, donde el bolsillo manda más que el logo. La pulseada por los precios sigue, pero esta vez, con los almaceneros decididos a no ceder terreno.
Resumen (No indexar)
El vicepresidente de la Federación de Almaceneros bonaerense, Fernando Savore, lanzó fuertes críticas a las empresas de alimentos por los nuevos aumentos en góndola. Pidió que bajen los precios si quieren vender y defendió el rol de las pymes, que ganan terreno en los comercios de cercanía gracias a precios más accesibles y una relación directa con el consumidor.
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Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), lanzó un mensaje contundente este fin de semana en medio de nuevas remarcaciones en góndolas: “¿Quieren vender? Bajen los precios”. En declaraciones a Radio Rivadavia, criticó los aumentos en productos como lácteos, cigarrillos, artículos de limpieza y perfumería, y defendió el rol de las pequeñas y medianas empresas frente a las grandes marcas.
Precios que suben, ventas que no acompañan
Savore advirtió que las recientes subas “van a contramano del comportamiento del consumidor”. Según explicó, muchas firmas habían bajado precios por la caída del consumo, y ahora volvieron a aumentarlos sin justificación clara. “La política de precios quietos venía funcionando, ni los hipermercados ni los almacenes convalidaban correcciones”, sostuvo.
Entre los rubros más afectados, mencionó los lácteos y alimentos congelados, que ya muestran subas en sus listas de precios. Frente a este panorama, los comercios de cercanía decidieron plantar bandera.
Bonificaciones y bronca
En diálogo con el programa Mercuriali 630, Savore describió el comportamiento de las grandes empresas: “Primero intentan subir, pero si los mayoristas no compran, vuelven las bonificaciones”. Según explicó, las bonificaciones pueden alcanzar hasta el 30% después de dos semanas sin ventas.
El dirigente también hizo hincapié en el cambio de hábito de los consumidores: “Hoy se compra por precio, no por marca. Las pymes ganaron espacio porque ofrecen buena calidad y precios accesibles. ¿Por qué no darles más lugar?”, planteó.
Las pymes, en alza
Según Savore, ya no hay dependencia exclusiva de las grandes compañías: “No estamos tan cautivos. Hay muchas empresas que producen bien. El consumidor se dio cuenta”. Y agregó un ejemplo: “El queso crema de la marca más competitiva está carísimo. Al día 15, te tiran un 30% de bonificación. Eso te demuestra que el precio inicial no era real”.
Sin miedo al desabastecimiento
Consultado sobre un eventual faltante de stock por no aceptar aumentos, fue categórico: “Lo que sobra son empresas. Acá hay que producir y bajar precios”. Recordó que en abril, las aceiteras intentaron subir entre 5% y 9%, pero los comercios rechazaron esas listas.
En su mensaje final, apuntó directo a quienes remarcan sin criterio: “Son unos delincuentes. No van a vender”. Según contó, ya se habla entre almaceneros cómo enfrentar estas prácticas: “Cuando vengan las empresas que aumentan, les vamos a decir que no queremos nada”.
En un contexto de bajo poder adquisitivo, los comercios de cercanía se consolidan como una opción de resistencia, donde el bolsillo manda más que el logo. La pulseada por los precios sigue, pero esta vez, con los almaceneros decididos a no ceder terreno.