El Gobierno de Venezuela formalizó este martes una solicitud de apoyo al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, con el objetivo de “restablecer la sensatez” en medio del aumento de tensiones con Estados Unidos. La gestión fue comunicada por el canciller venezolano Yván Gil tras una reunión con el coordinador residente de la ONU en Caracas, Gianluca Rampolla.
Según detalló Gil en un comunicado difundido en redes sociales, la solicitud responde al creciente malestar del Gobierno venezolano por el despliegue de buques de guerra estadounidenses cerca de sus aguas territoriales en el mar Caribe, medida que calificó como una amenaza a la paz y un acto de provocación.
El factor Cártel de los Soles
La tensión bilateral se intensificó a partir del 25 de julio, cuando Washington designó al Cártel de los Soles como organización terrorista internacional y señaló al presidente Nicolás Maduro como su presunto líder. En paralelo, el gobierno estadounidense elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a su captura.
Venezuela ha rechazado enérgicamente estas acusaciones, asegurando que se trata de una “falsa narrativa” con fines políticos. Según Gil, Estados Unidos estaría construyendo un escenario discursivo para “justificar agresiones” contra el país sudamericano.
Respuesta interna: la Milicia Bolivariana
Frente al despliegue naval de Estados Unidos, el Gobierno venezolano llamó el fin de semana a la población a inscribirse en la Milicia Bolivariana, un cuerpo creado en 2005 por el expresidente Hugo Chávez. El objetivo declarado es “defender la patria” ante eventuales amenazas externas. Hasta el momento, no se han difundido cifras oficiales sobre la cantidad de nuevos inscriptos.
La oficina de Gianluca Rampolla no emitió declaraciones públicas tras el encuentro con el canciller Gil. Sin embargo, la solicitud de mediación dirigida a Guterres coloca a la ONU en un rol clave para contener una posible escalada regional.
Contexto internacional tenso
El envío de buques de guerra por parte de Estados Unidos forma parte de un operativo más amplio contra las redes de narcotráfico en América Latina, pero en Venezuela fue percibido como una acción intimidatoria con motivaciones políticas. La Casa Blanca no ha emitido comentarios directos sobre la solicitud de Venezuela a la ONU.
Mientras tanto, las relaciones entre ambos países continúan en un estado de tensión sostenida, sin canales diplomáticos fluidos y con crecientes acusaciones cruzadas. La reacción de Guterres y de la comunidad internacional será clave para definir el rumbo de este nuevo capítulo en la conflictiva relación entre Caracas y Washington.
En medio de un aumento de tensiones con Estados Unidos, el Gobierno de Venezuela solicitó apoyo al secretario general de la ONU, António Guterres, para desactivar lo que considera una amenaza militar en el Caribe. La solicitud fue formalizada por el canciller Yván Gil tras una reunión con el coordinador residente de la ONU en Caracas, Gianluca Rampolla. El Ejecutivo venezolano rechaza las acusaciones de narcotráfico contra Nicolás Maduro y calificó como provocación el reciente despliegue de buques de la Marina estadounidense cerca de sus aguas.
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El Gobierno de Venezuela formalizó este martes una solicitud de apoyo al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, con el objetivo de “restablecer la sensatez” en medio del aumento de tensiones con Estados Unidos. La gestión fue comunicada por el canciller venezolano Yván Gil tras una reunión con el coordinador residente de la ONU en Caracas, Gianluca Rampolla.
Según detalló Gil en un comunicado difundido en redes sociales, la solicitud responde al creciente malestar del Gobierno venezolano por el despliegue de buques de guerra estadounidenses cerca de sus aguas territoriales en el mar Caribe, medida que calificó como una amenaza a la paz y un acto de provocación.
El factor Cártel de los Soles
La tensión bilateral se intensificó a partir del 25 de julio, cuando Washington designó al Cártel de los Soles como organización terrorista internacional y señaló al presidente Nicolás Maduro como su presunto líder. En paralelo, el gobierno estadounidense elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a su captura.
Venezuela ha rechazado enérgicamente estas acusaciones, asegurando que se trata de una “falsa narrativa” con fines políticos. Según Gil, Estados Unidos estaría construyendo un escenario discursivo para “justificar agresiones” contra el país sudamericano.
Respuesta interna: la Milicia Bolivariana
Frente al despliegue naval de Estados Unidos, el Gobierno venezolano llamó el fin de semana a la población a inscribirse en la Milicia Bolivariana, un cuerpo creado en 2005 por el expresidente Hugo Chávez. El objetivo declarado es “defender la patria” ante eventuales amenazas externas. Hasta el momento, no se han difundido cifras oficiales sobre la cantidad de nuevos inscriptos.
La oficina de Gianluca Rampolla no emitió declaraciones públicas tras el encuentro con el canciller Gil. Sin embargo, la solicitud de mediación dirigida a Guterres coloca a la ONU en un rol clave para contener una posible escalada regional.
Contexto internacional tenso
El envío de buques de guerra por parte de Estados Unidos forma parte de un operativo más amplio contra las redes de narcotráfico en América Latina, pero en Venezuela fue percibido como una acción intimidatoria con motivaciones políticas. La Casa Blanca no ha emitido comentarios directos sobre la solicitud de Venezuela a la ONU.
Mientras tanto, las relaciones entre ambos países continúan en un estado de tensión sostenida, sin canales diplomáticos fluidos y con crecientes acusaciones cruzadas. La reacción de Guterres y de la comunidad internacional será clave para definir el rumbo de este nuevo capítulo en la conflictiva relación entre Caracas y Washington.