El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que la Navidad comenzará el 1 de octubre en todo el país. La medida, repetida desde 2020, fue comunicada durante su programa televisivo “Con Maduro +” y busca, según sus palabras, “defender el derecho a la felicidad y la alegría en tiempos difíciles”.
Un decreto con historia
Maduro ha usado esta fórmula en varias ocasiones. En 2020 adelantó la festividad al 15 de octubre, en plena pandemia. En 2024 lo hizo tras su cuestionada reelección, considerada fraudulenta por la oposición, cuando decretó la Navidad para el 1 de octubre como homenaje “al pueblo combativo”.
El mandatario insiste en que la anticipación beneficia a la economía, el comercio y la cultura, y que forma parte de una “tradición venezolana” impulsada por su gobierno.
El contexto internacional
El anuncio se produjo en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos, que ha desplegado buques militares en el mar Caribe. La administración de Donald Trump evalúa incluso operaciones contra cárteles de la droga en suelo venezolano. Washington acusa a Maduro de vínculos con el narcotráfico y elevó la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.
Maduro respondió asegurando que “ninguna generación de venezolanos se va a humillar al imperio gringo” y que su país “defenderá siempre la alegría y las tradiciones”.
Reacciones internas
La oposición critica el adelanto de la Navidad como una maniobra política para desviar la atención de la crisis económica, social y política. Señalan que mientras el gobierno inaugura luces y pesebres en Caracas, millones de venezolanos enfrentan inflación, escasez y servicios colapsados.
Una tradición política
En cada ocasión, el gobierno chavista ha acompañado el decreto con actividades culturales, villancicos, ferias de alimentos y decoración oficial en edificios públicos. Para Maduro, prolongar la Navidad es “una forma de garantizar felicidad en medio de la adversidad”.
Nicolás Maduro volvió a decretar la Navidad anticipada en Venezuela: este año comenzará el 1 de octubre. El anuncio llega en plena tensión con Estados Unidos por el despliegue de buques en el Caribe. La medida, que el chavismo repite desde 2020, busca “defender el derecho a la felicidad”, aunque críticos la leen como una maniobra para desviar la atención de la crisis política, económica y social.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que la Navidad comenzará el 1 de octubre en todo el país. La medida, repetida desde 2020, fue comunicada durante su programa televisivo “Con Maduro +” y busca, según sus palabras, “defender el derecho a la felicidad y la alegría en tiempos difíciles”.
Un decreto con historia
Maduro ha usado esta fórmula en varias ocasiones. En 2020 adelantó la festividad al 15 de octubre, en plena pandemia. En 2024 lo hizo tras su cuestionada reelección, considerada fraudulenta por la oposición, cuando decretó la Navidad para el 1 de octubre como homenaje “al pueblo combativo”.
El mandatario insiste en que la anticipación beneficia a la economía, el comercio y la cultura, y que forma parte de una “tradición venezolana” impulsada por su gobierno.
El contexto internacional
El anuncio se produjo en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos, que ha desplegado buques militares en el mar Caribe. La administración de Donald Trump evalúa incluso operaciones contra cárteles de la droga en suelo venezolano. Washington acusa a Maduro de vínculos con el narcotráfico y elevó la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.
Maduro respondió asegurando que “ninguna generación de venezolanos se va a humillar al imperio gringo” y que su país “defenderá siempre la alegría y las tradiciones”.
Reacciones internas
La oposición critica el adelanto de la Navidad como una maniobra política para desviar la atención de la crisis económica, social y política. Señalan que mientras el gobierno inaugura luces y pesebres en Caracas, millones de venezolanos enfrentan inflación, escasez y servicios colapsados.
Una tradición política
En cada ocasión, el gobierno chavista ha acompañado el decreto con actividades culturales, villancicos, ferias de alimentos y decoración oficial en edificios públicos. Para Maduro, prolongar la Navidad es “una forma de garantizar felicidad en medio de la adversidad”.