Revolución logística en marcha: China despliega camiones sin conductor en rutas y puertos

Redacción Cuyo News
7 min

China avanza con pasos firmes hacia un modelo logístico automatizado, convirtiéndose en líder mundial en el uso de camiones autónomos. El despliegue de estas flotas, que ya operan sin conductor humano en minas, puertos y autopistas, marca un antes y un después en el transporte de mercancías. Impulsado por inteligencia artificial, conectividad 5G y ambiciosos planes estatales, el país asiático experimenta una transformación silenciosa pero profunda en su infraestructura logística.

Autonomía total en las minas

En la mina de carbón de Yimin, ubicada en Mongolia Interior, opera lo que se considera la flota más grande del mundo de camiones mineros totalmente autónomos y eléctricos. Estos vehículos, desarrollados en conjunto por el grupo estatal Huaneng y la tecnológica Huawei, funcionan sin intervención humana, incluso bajo condiciones climáticas extremas.

El diseño de estos camiones, fabricados por XCMG, prescinde por completo de cabinas, lo que subraya el carácter irreversible de esta revolución. Además de eliminar el riesgo de accidentes por fatiga humana, mejoran la eficiencia operativa en un 20% y contribuyen a la reducción de emisiones contaminantes.

Puertos inteligentes: logística sin pausas

La transformación se extiende a los principales puertos de China, donde los camiones autónomos coordinan su labor con grúas automatizadas para trasladar contenedores entre muelles y zonas de apilamiento. En enclaves como Shanghai (Yangshan), Rizhao, Jiangmen y Tianjin, estos vehículos forman parte de ecosistemas de alta eficiencia.

Gracias a la conectividad 5G, la red de navegación satelital BeiDou y sensores de percepción avanzados como LiDAR, los camiones operan las 24 horas sin interrupciones. Según informes del puerto de Rizhao, esta automatización permitió reducir costos operativos hasta en un 70%.

El salto más desafiante: rutas públicas

El siguiente paso, y el más complejo, es el despliegue en carreteras públicas. Empresas como ZTO Express, en colaboración con firmas como Inceptio Technology y Dongfeng, ya operan camiones autónomos en rutas comerciales en docenas de ciudades.

En estos casos, algunos vehículos también prescinden de cabina, generando una estampa inédita en el tráfico cotidiano. La empresa TuSimple ha logrado completar pruebas exitosas en rutas públicas como el Puente Donghai, sin necesidad de un conductor de seguridad a bordo, lo que representa un hito técnico de enorme relevancia.

Otras compañías, como Pony.ai y WeRide, conocidas por sus servicios de robotaxis, están expandiendo su tecnología al sector de camiones, con pruebas de platooning (formación de convoy) en provincias como Beijing y Guangzhou.

Un ecosistema que favorece la disrupción

Este avance sería imposible sin un marco regulatorio y tecnológico favorable. El gobierno chino ha identificado a la conducción autónoma como una prioridad estratégica, integrándola a sus planes «Made in China 2025» y «China 2030».

Ciudades como Shenzhen y Hainan han sido designadas como zonas de prueba con normas más flexibles, lo que acelera la innovación. Asimismo, la infraestructura de cobertura 5G y tecnología V2X (Vehicle-to-Everything) permite la comunicación entre vehículos e infraestructura vial en tiempo real.

Los desafíos: empleo y costos

Pese al entusiasmo, la transición plantea serios desafíos. Uno de los más relevantes es el futuro de millones de camioneros. Aunque empresas como Huaneng aseguran haber reubicado a trabajadores en tareas de supervisión y control, la preocupación por el desplazamiento laboral masivo persiste.

Además, el costo de implementación sigue siendo elevado. Los camiones autónomos requieren inversión en hardware avanzado y software especializado. No obstante, sus defensores argumentan que estos costos se compensan rápidamente mediante ahorros en combustible, reducción de accidentes y eficiencia operativa.

El caso chino demuestra que el futuro del transporte de carga ya no es una hipótesis, sino una realidad en marcha. Con una política pública decidida y una infraestructura adaptada, China no solo lidera esta revolución, sino que define el estándar global para lo que viene.

Mientras tanto, el mundo observa y se pregunta cuánto tiempo pasará hasta que los camiones sin conductor dejen de ser novedad y se conviertan en norma en las rutas del planeta.

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