La CGT declara la guerra: Paro general el 10 de abril
La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció un paro general para el 10 de abril, profundizando el conflicto con el gobierno de Javier Milei. La decisión, tomada tras intensos debates internos, refleja la creciente tensión entre la central obrera y el Ejecutivo por las políticas económicas implementadas. El anuncio se produjo luego de un congreso de la UTEP en la sede de Azopardo, donde se congregaron referentes sindicales y de movimientos sociales.
Disidencias internas y la propuesta de Barrionuevo
La convocatoria al paro no fue unánime. Sectores dialoguistas, como los liderados por Luis Barrionuevo y Gerardo Martínez, manifestaron su disconformidad con la medida y la consideraron precipitada. Barrionuevo, en una jugada sorpresiva, propuso adelantar las elecciones de la CGT, previstas para noviembre, a agosto o septiembre. Argumentó que esta medida evitaría que el resultado de las elecciones legislativas influya en la elección de la nueva conducción sindical.
Los tiempos de la confrontación
La decisión de ir al paro se precipitó luego de la marcha de jubilados del 12 de marzo, que culminó con incidentes y represión frente al Congreso. Este hecho reavivó la presión de los sectores más combativos de la CGT, liderados por figuras como Abel Furlán (UOM), Ricardo Pignanelli (Smata) y Sergio Palazzo (Bancarios), quienes exigen medidas más contundentes frente a las políticas del gobierno. Las diferencias en la central obrera se centran en el manejo de los tiempos de la confrontación y la estrategia a seguir frente al Ejecutivo. Mientras algunos sectores apuestan al diálogo, otros reclaman medidas de fuerza más contundentes para frenar lo que consideran un ajuste en los salarios. La frase de Héctor Daer, uno de los triunviros de la CGT, “hay que pensar en política”, generó controversia y alimentó las críticas de los sectores dialoguistas, quienes temen que el paro sea interpretado como una medida política en el marco de la campaña electoral.
