El Gobierno nacional, en un movimiento que combina gestión y una cuota no menor de picante político, anunció el envío al Congreso del proyecto de ley de Principio de Inocencia Fiscal. La iniciativa se presenta como la segunda fase de una estrategia diseñada para que los ahorristas, aquellos que aún atesoran divisas bajo el colchón, se animen a sacarlas a la luz y ponerlas a producir.
La elección del vocero para este anuncio no pasó desapercibida: José Luis Espert, diputado nacional y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, fue el encargado de desgranar los detalles de la propuesta. Y fiel a su estilo, Espert no ahorró críticas, apuntando con artillería pesada contra el kirchnerismo y, con especial énfasis, contra los gobernadores, con señalamientos directos hacia Axel Kicillof, gobernador bonaerense. Todo esto, bajo la atenta mirada del ministro de Economía, Luis Caputo, quien siguió la presentación en primera fila.
Espert, entre el anuncio y la campaña
Acompañado por Juan Pazo, director ejecutivo de ARCA (la nueva agencia recaudadora), Espert delineó los principios del proyecto. «Vamos a abandonar el régimen persecutorio de la ex AFIP y vamos a enfocarnos en un foco recaudatorio en el que todos son inocentes hasta que ARCA diga lo contrario», sostuvo el diputado, marcando un claro contraste con la gestión anterior.
La presentación tuvo un marcado tono electoral, lo cual se explica en parte por el propio rol de Espert, quien se perfila como «candidato de Milei» en la provincia de Buenos Aires de cara a las próximas elecciones legislativas. Desde el inicio, le imprimió su sello personal. «Este cambio empieza con un cambio conceptual, no están los argentinos en falta con el Estado, es el Estado el que está en falta con los argentinos», afirmó, en una declaración de principios.
La embestida contra Kicillof y la oposición
Uno de los momentos álgidos del discurso de Espert fue su embestida contra los gobernadores y, en particular, contra Axel Kicillof, a quien calificó de «soviético» en plena transmisión oficial. «Si se opone Kicillof, él tiene que darle explicaciones a los bonaerenses, de por qué quiere tenerlos encerrados en una jaula y reventados con impuestos. Hoy gobiernan en la Provincia los delincuentes», disparó el diputado, subiendo el tono de la confrontación política.
Las críticas de Espert también se extendieron a la sesión de Diputados del miércoles, donde se dio media sanción al aumento de las jubilaciones. «El comportamiento fue bien de casta, mentir, hacer demagogia, hacer creer que Papá Noel existe cuando sabemos que son los padres», ironizó, señalando que la oposición «quiere seguir cavando la fosa» y acusándolos de robar «los ahorros y a los jubilados».
El diputado concluyó su intervención elogiando la determinación del presidente Javier Milei en su lucha contra el déficit fiscal, asegurando que tiene «cojones como dos sandías».
ARCA y los incentivos para blanquear
Por su parte, Juan Pazo, desde ARCA, destacó la importancia de la iniciativa para movilizar los ahorros y potenciar la economía. «Buscamos que la gente ponga a producir sus ahorros», remarcó, instando a la población a adherir al blanqueo. Entre los incentivos, mencionó que los monotributistas que se acojan al plan tendrán «acceso al crédito» para adquirir bienes de valor.
Pazo detalló que el proyecto modificará «los umbrales de los cuales el Estado podía perseguirte por evasión» y que «quien incumpla será notificado y podrá regularizar su situación pagando». Aseguró que el régimen «implica un cambio en el sistema impositivo argentino» y que «ninguna administración de otro signo político podrá volver a tratar a todos los argentinos de bien de otra manera», despejando dudas sobre la continuidad de la medida en futuras gestiones.
Finalmente, el director de ARCA agradeció a «los catorce gobernadores que ya firmaron el acuerdo con Nación», expresando su deseo de que el resto se sume pronto para que «los argentinos no sean perseguidos por sus ahorros». Además, advirtió que cortarán «regímenes de información» a la provincia de Buenos Aires, argumentando que «no vamos a ser cómplices de un régimen que persigue ciudadanos».
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