¿Solidaridad o grieta? La Iglesia pide bajar un cambio al tono político tras la tragedia en Bahía Blanca y nos hace preguntarnos: ¿somos buenos solo cuando hay quilombo? Ojo, que los obispos no se andan con chiquitas, les tiraron un palazo a los dirigentes que se manejan con «lenguajes despreciativos». ¿Será que alguien escucha o seguimos con el torneo de agravios?
Parece que la unidad solo aparece cuando hay que remar para el mismo lado después de un desastre. Los muchachos de la Conferencia Episcopal nos invitan a reflexionar: si podemos ser solidarios, ¿por qué no podemos ser civilizados? Alguien que le avise a la política que el ring está en otro lado.
En fin, un llamado a la cordura desde la Iglesia, que nos recuerda que somos un pueblo antes que una tribuna de hinchas enfervorizados. ¿Se viene la era del diálogo o seguiremos a los bifes?
La Iglesia cuestiona el discurso político y resalta la solidaridad tras la tragedia de Bahía Blanca
La Conferencia Episcopal Argentina, en su primer encuentro del año, emitió un comunicado expresando su «profundo dolor» por la tragedia ocurrida en Bahía Blanca y destacando la respuesta solidaria de la sociedad. Sin embargo, el mensaje también incluyó una fuerte crítica al tono imperante en la política nacional.
### Un llamado a la unidad en medio de la discordia
«Los lenguajes despreciativos, por momentos no exentos de crueldad, atentan seriamente contra la unidad que tanto necesitamos como pueblo», señalaron los obispos en un comunicado titulado «Transformar los signos de los tiempos en signos de esperanza». La declaración contrasta la solidaridad manifestada tras la catástrofe –que calificaron como «un signo de esperanza»– con las «actitudes y expresiones que lastiman» presentes en el debate público.
### Solidaridad versus «lenguajes despreciativos»
La Conferencia Episcopal elogió «la reacción espontánea de nuestro pueblo» y la «compasión que baja a las manos» demostrada en la asistencia a los damnificados por la tragedia de Bahía Blanca. «Valoramos agradecidos cómo en medio de la catástrofe, las distintas instituciones, al organizar seria y delicadamente la solidaridad, rescatan, salvan y ayudan a sostener empecinadamente viva la esperanza», afirmaron. Esta actitud, según los obispos, debería servir de ejemplo para la dirigencia, instándola a «cuidar la dignidad de la persona humana».
### El desafío de transformar la solidaridad en diálogo
La Iglesia plantea un interrogante implícito: si la sociedad es capaz de unirse frente a la adversidad, ¿por qué no puede hacerlo también en el ámbito político? El llamado a la reflexión busca trascender la coyuntura y promover un cambio profundo en la forma de relacionarse entre los argentinos, dejando atrás los «lenguajes despreciativos» y construyendo un diálogo basado en el respeto y la búsqueda del bien común.