El presidente Javier Milei intensificó la confrontación con el Poder Legislativo, anticipando una estrategia de choque para neutralizar cualquier iniciativa que atente contra su política de déficit cero. En una entrevista con El Observador, el mandatario afirmó que recurrirá a la Justicia si sus vetos son rechazados y prometió revertir todas las leyes aprobadas por la oposición una vez que su fuerza política obtenga una mayor representación en el Congreso, tras las elecciones venideras. «Jodan todo lo que quieran: los espero el 11 de diciembre», lanzó con tono desafiante.
En un despliegue de firmeza, el jefe de Estado sostuvo que «todo el daño que puedan hacer va a tener un impacto transitorio». Y añadió con convicción: «Después de que los aplastemos en las elecciones yo vuelvo a poner las cuentas fiscales en orden a la brevedad». Sus proyecciones electorales apuntan a que La Libertad Avanza «sacará por lo menos 40 puntos» en las elecciones legislativas nacionales de octubre, lo que, según su análisis, dejaría al peronismo «diez puntos abajo».
La vicepresidenta bajo la lupa
Al ser consultado sobre el papel que desempeñará la vicepresidenta Victoria Villarruel en la sesión convocada para este jueves, Milei no ocultó su particular perspectiva. «Esperemos que defienda los porotos como corresponde. Los pingos se ven en la cancha», afirmó, deslizando una velada advertencia sobre la lealtad legislativa de su compañera de fórmula. La sesión, impulsada por la oposición sin una convocatoria formal de la Vicepresidencia, tiene como objetivo tratar proyectos previsionales, la emergencia en discapacidad e iniciativas de gobernadores, contra quienes el Presidente había lanzado duras acusaciones previamente.
En ese escenario, Milei ratificó que, de aprobarse estas iniciativas en la Cámara Alta, serán nuevamente vetadas. Según sus pronósticos, esto permitiría que «la economía seguirá como hasta ahora, expandiéndose». No obstante, profundizó en su advertencia sobre posibles acciones frente a la insistencia del Congreso. «Supongamos que me rechazan el veto, yo lo voy a judicializar. No va a tener efecto en el gasto público ni en la cantidad de dinero», explicó. Y agregó que, si bien la judicialización podría generar «un poquito» de suba en el riesgo país y el tipo de cambio, la economía «se va a expandir a un ritmo menor y la inflación va a bajar a un ritmo menor».
Judicialización y pronósticos electorales
«Si querían hacer una maldad llegaron tarde. No le dan los tiempos para causar daños», sentenció en un claro mensaje a la oposición. El mandatario fue más allá al especular sobre el posible desarrollo de un litigio judicial. «Supongamos que a la Justicia le agarra un ataque de celeridad y lo que antes demandaba un montón de años se ponen a resolverlo de inmediato. Lo que habría que señalar es que los proyectos que están enviando están violando la restricción financiera. Difícilmente si esto llegase a una instancia judicial los jueces fallarían a favor de este dislate populista», arguyó, expresando su confianza en un fallo favorable a sus intereses.
El tono del Presidente escaló aún más cuando, con «una serie de exabruptos» que no fueron detallados por el entrevistador, reiteró su plan de revertir leyes con una futura conformación del Congreso, si la Justicia no le da la razón. Incluso, vaticinó un efecto paradójico y favorable a su gobierno. «Supongamos que se da lo que quiere toda la constelación de la manga de hijos de puta y sale todo así, a pedir de los hijos de puta que quieren romper el país sin importarle nada. Aun en ese caso, es paradigmático, lo que vas a tener es una expansión del gasto, de la cantidad de dinero y ese contexto te va a meter un shock de demanda. Me van a generar previo a las elecciones un efecto ‘plan platita’», ironizó.
«Aun en el peor de los mundos el efecto es transitorio, y el 11 de diciembre lo revierto. Por lo menos vamos a sacar 40 puntos (en las elecciones nacionales), y el peronismo estará diez puntos abajo», concluyó, reafirmando su postura desafiante y su optimismo electoral.