La maniobra judicial bonaerense que agita las aguas peronistas
El martes, en una reunión del Consejo del Partido Justicialista, el clima se enrareció notablemente cuando Cristina Kirchner volvió a manifestar su disconformidad con la decisión del gobernador Axel Kicillof de desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires. La disposición de realizar los comicios para cargos provinciales en septiembre y los nacionales en octubre, según la expresidenta, podría derivar en una doble derrota para el peronismo, especialmente ante el avance de La Libertad Avanza y sus posibles alianzas.
La preocupación de la cúpula peronista se vio amplificada por el resultado en la Ciudad de Buenos Aires, donde el adelanto de los comicios locales por parte de Jorge Macri no impidió que el PRO terminara en un inesperado tercer lugar. Cristina Kirchner utilizó este antecedente como un argumento contundente para cuestionar la estrategia de Kicillof.
Sorprendentemente, este miércoles, fuentes cercanas al gobernador bonaerense reconocieron que la predicción de Cristina Kirchner podría materializarse. Admitieron que el peronismo podría no sólo ser derrotado en la contienda provincial, sino también en la nacional. En La Plata, se percibe un panorama electoral complejo, con escasas «perspectivas despejadas», salvo en la Tercera Sección Electoral, que abarca gran parte del conurbano sur y oeste.
Aceleración en nombramientos judiciales
En este contexto de incertidumbre política y preocupación electoral, lo ocurrido en el Senado bonaerense el pasado martes adquiere una relevancia particular. La designación de 131 jueces y fiscales, y la posible designación de otros 85 magistrados en los próximos días, es leída por analistas políticos como una medida preventiva.
La hipótesis que se baraja es que, si el peronismo sufre un revés electoral, como vislumbran tanto Cristina como el entorno de Kicillof, el recambio legislativo del 10 de diciembre podría dejar al oficialismo provincial con menos legisladores de los que tiene actualmente. Lo mismo podría ocurrir con la UCR y el PRO, quienes también cederían bancas ante el avance de La Libertad Avanza.
Esta perspectiva habría impulsado a los tres principales bloques a destrabar una negociación que se encontraba paralizada desde noviembre. Las diferencias en los nombramientos en La Matanza y, sobre todo, la interna entre La Cámpora y los intendentes peronistas, quienes tienen una influencia significativa en el Senado provincial, habían impedido avanzar en las designaciones. El apuro por concretar estos nombramientos ahora, en un escenario electoral adverso, sugiere un intento de blindaje institucional ante un posible cambio de signo político en la provincia.
