La maniobra de Heimlich es una técnica de primeros auxilios utilizada para ayudar a una persona que está sufriendo un atragantamiento. Consiste en aplicar presión en el abdomen para desalojar el objeto o alimento que obstruye las vías respiratorias. Aunque suele ser más habitual en bebés y niños pequeños, puede afectar también a adolescentes y adultos.
Cómo reconocer un atragantamiento
Cuando una persona se atraganta, no puede hablar, toser ni respirar. Su rostro puede adquirir un tono grisáceo o azulado debido a la falta de oxígeno. En estos casos, actuar con rapidez es fundamental para evitar consecuencias graves.
Maniobra de Heimlich en bebés
- Colocar al bebé boca abajo, sobre el antebrazo o el muslo del adulto, en posición transversal.
- Con una mano, sostener su cabeza sujetando la mandíbula.
- Con la otra, dar cinco palmadas entre los omóplatos, permitiendo que haya una vía de escape lateral y sin golpear la cabeza.
- Si no hay reacción, girar cuidadosamente al bebé, sujetando siempre su cabeza.
- Colocar dos o tres dedos (índice y medio) debajo de la línea del pezón y realizar cinco compresiones lentas y profundas en el centro del esternón. Alternar ambas maniobras hasta que se libere la obstrucción.
En niños, adolescentes y adultos
- Abrazar a la persona desde atrás, por debajo de sus brazos.
- Ubicar un puño cerrado cuatro dedos encima del ombligo, en el centro del abdomen.
- Colocar la otra mano sobre el puño y reclinar el cuerpo levemente hacia adelante.
- Aplicar presión firme y rápida hacia atrás y hacia arriba.
Aplicación en uno mismo
En caso de estar solo, se puede realizar la maniobra de Heimlich contra el respaldo de una silla:
- Ubicar una silla y pararse detrás de ella.
- Reclinarse hacia adelante y apoyar el abdomen entre el ombligo y el esternón sobre el respaldo.
- Hacer presión fuerte hasta lograr que el objeto se desplace y libere la vía respiratoria.
Dominar esta técnica puede salvar vidas. Tenerla presente y practicarla, incluso mentalmente, es una herramienta esencial ante cualquier emergencia doméstica.
La maniobra de Heimlich es una técnica de primeros auxilios vital para actuar ante casos de atragantamiento. Aunque es común en niños, también puede ocurrirle a adultos. Se aplica presionando el abdomen para liberar las vías respiratorias. Puede practicarse a otros o incluso a uno mismo en situaciones de emergencia.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
La maniobra de Heimlich es una técnica de primeros auxilios utilizada para ayudar a una persona que está sufriendo un atragantamiento. Consiste en aplicar presión en el abdomen para desalojar el objeto o alimento que obstruye las vías respiratorias. Aunque suele ser más habitual en bebés y niños pequeños, puede afectar también a adolescentes y adultos.
Cómo reconocer un atragantamiento
Cuando una persona se atraganta, no puede hablar, toser ni respirar. Su rostro puede adquirir un tono grisáceo o azulado debido a la falta de oxígeno. En estos casos, actuar con rapidez es fundamental para evitar consecuencias graves.
Maniobra de Heimlich en bebés
- Colocar al bebé boca abajo, sobre el antebrazo o el muslo del adulto, en posición transversal.
- Con una mano, sostener su cabeza sujetando la mandíbula.
- Con la otra, dar cinco palmadas entre los omóplatos, permitiendo que haya una vía de escape lateral y sin golpear la cabeza.
- Si no hay reacción, girar cuidadosamente al bebé, sujetando siempre su cabeza.
- Colocar dos o tres dedos (índice y medio) debajo de la línea del pezón y realizar cinco compresiones lentas y profundas en el centro del esternón. Alternar ambas maniobras hasta que se libere la obstrucción.
En niños, adolescentes y adultos
- Abrazar a la persona desde atrás, por debajo de sus brazos.
- Ubicar un puño cerrado cuatro dedos encima del ombligo, en el centro del abdomen.
- Colocar la otra mano sobre el puño y reclinar el cuerpo levemente hacia adelante.
- Aplicar presión firme y rápida hacia atrás y hacia arriba.
Aplicación en uno mismo
En caso de estar solo, se puede realizar la maniobra de Heimlich contra el respaldo de una silla:
- Ubicar una silla y pararse detrás de ella.
- Reclinarse hacia adelante y apoyar el abdomen entre el ombligo y el esternón sobre el respaldo.
- Hacer presión fuerte hasta lograr que el objeto se desplace y libere la vía respiratoria.
Dominar esta técnica puede salvar vidas. Tenerla presente y practicarla, incluso mentalmente, es una herramienta esencial ante cualquier emergencia doméstica.