Un hombre de 31 años fue aprehendido en el departamento Rivadavia tras ser sorprendido por vecinos del Barrio Portal de los Andes 2 mientras trasladaba una motocicleta sin documentación.
El individuo fue identificado como Ferotti Hugo Ariel, quien conducía una moto marca Rouser, modelo NS de 160 cc. Tras la intervención policial, se comprobó que el rodado pertenecía a una mujer de apellido Villalba, víctima del robo.
Acción vecinal y actuación policial
Los vecinos retuvieron al sospechoso y lo entregaron a la policía, que verificó la situación. Además, registros fílmicos confirmaron la coincidencia entre el aprehendido y el vehículo sustraído.
El hecho quedó bajo investigación de la UFI de delitos contra la propiedad, que dispuso las medidas correspondientes en torno al caso.
Resumen (No indexar)
Un hombre de 31 años fue aprehendido en Rivadavia cuando trasladaba una motocicleta sin documentación. Vecinos del Barrio Portal de los Andes 2 lo retuvieron y entregaron a la policía. La moto, una Rouser NS de 160 cc, pertenecía a una mujer de apellido Villalba. La UFI de delitos contra la propiedad intervino en el caso.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Zappo te lo cuenta: Zappo te lo cuenta
Si los superhéroes de barrio existieran, probablemente no usarían capa ni traje ajustado, sino pantuflas y un mate en la mano. Eso quedó claro en Rivadavia, donde los vecinos del Portal de los Andes 2 decidieron improvisar una “brigada vecinal” y atraparon a un hombre que circulaba con una moto sin papeles. Una especie de Batman versión sanjuanina, aunque en vez de Batimóvil había una Rouser de 160 cc y en lugar de la Baticueva, la comisaría 23°.
El sujeto en cuestión, Ferotti Hugo Ariel, quedó en aprietos cuando la comunidad, con más reflejos que la cámara de seguridad, lo retuvo hasta que llegó la policía. La moto, como era de esperarse, no era precisamente suya, sino de una mujer de apellido Villalba, a quien le habían sustraído el rodado.
La escena tuvo todos los condimentos: registros fílmicos, vecinos indignados, una motocicleta con más protagonismo que cualquier telenovela y la UFI de delitos contra la propiedad tomando cartas en el asunto. Moral de la historia: en algunos barrios, antes de probar suerte con lo ajeno, conviene mirar dos veces… porque los vecinos miran veinte.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Un hombre de 31 años fue aprehendido en el departamento Rivadavia tras ser sorprendido por vecinos del Barrio Portal de los Andes 2 mientras trasladaba una motocicleta sin documentación.
El individuo fue identificado como Ferotti Hugo Ariel, quien conducía una moto marca Rouser, modelo NS de 160 cc. Tras la intervención policial, se comprobó que el rodado pertenecía a una mujer de apellido Villalba, víctima del robo.
Acción vecinal y actuación policial
Los vecinos retuvieron al sospechoso y lo entregaron a la policía, que verificó la situación. Además, registros fílmicos confirmaron la coincidencia entre el aprehendido y el vehículo sustraído.
El hecho quedó bajo investigación de la UFI de delitos contra la propiedad, que dispuso las medidas correspondientes en torno al caso.
Un hombre de 31 años fue aprehendido en Rivadavia cuando trasladaba una motocicleta sin documentación. Vecinos del Barrio Portal de los Andes 2 lo retuvieron y entregaron a la policía. La moto, una Rouser NS de 160 cc, pertenecía a una mujer de apellido Villalba. La UFI de delitos contra la propiedad intervino en el caso.
Este contenido es generado automáticamente con IA
Zappo te lo cuenta
Si los superhéroes de barrio existieran, probablemente no usarían capa ni traje ajustado, sino pantuflas y un mate en la mano. Eso quedó claro en Rivadavia, donde los vecinos del Portal de los Andes 2 decidieron improvisar una “brigada vecinal” y atraparon a un hombre que circulaba con una moto sin papeles. Una especie de Batman versión sanjuanina, aunque en vez de Batimóvil había una Rouser de 160 cc y en lugar de la Baticueva, la comisaría 23°.
El sujeto en cuestión, Ferotti Hugo Ariel, quedó en aprietos cuando la comunidad, con más reflejos que la cámara de seguridad, lo retuvo hasta que llegó la policía. La moto, como era de esperarse, no era precisamente suya, sino de una mujer de apellido Villalba, a quien le habían sustraído el rodado.
La escena tuvo todos los condimentos: registros fílmicos, vecinos indignados, una motocicleta con más protagonismo que cualquier telenovela y la UFI de delitos contra la propiedad tomando cartas en el asunto. Moral de la historia: en algunos barrios, antes de probar suerte con lo ajeno, conviene mirar dos veces… porque los vecinos miran veinte.
Este contenido humorístico es generado por IA y puede contener imprecisiones o ser imprudente, se recomienda leer con discreción.