Robo en Chimbas: La policía recupera efectos relacionados con el hecho

La Policía de San Juan, en su incansable lucha contra el crimen organizado (o al menos contra el crimen desorganizado de los martes a la siesta), logró desarticular una peligrosa banda delictiva en Chimbas. Todo comenzó con un llamado al Cisem, esa entidad omnipresente que todo lo ve y todo lo oye (excepto cuando se corta la luz, claro). Al parecer, un grupo de individuos había cometido un ilícito, palabra elegante para decir que se habían afanado algo. La descripción de los sospechosos era tan precisa como la de un testigo de ovnis: «Eran… personas». Con semejante información, los valientes agentes se lanzaron a la aventura, cual Indiana Jones buscando la heladera perdida en el desierto chimbero. Tras una intensa persecución (que seguramente involucró una motito con el escape libre y un par de bocinazos), lograron acorralar a los malhechores en el mismísimo barrio Los Toneles. Imaginen la escena: el silencio solo interrumpido por el canto de las chicharras y el lejano ladrido de un perro sarnoso, de repente roto por el grito de «¡Alto ahí, policía!». Tres menores y un mayor, el cerebro de la operación (o al menos el que tenía DNI), fueron capturados con las manos en la masa (o con la masa en las manos, dependiendo de qué hayan robado). El botín recuperado incluía «efectos relacionados con el hecho», una descripción tan ambigua que podría tratarse de cualquier cosa, un celular, un paquete de figuritas del Mundial 90. Lo importante es que la justicia sanjuanina, representada por el Ayudante Fiscal Dr. Miranda Sebastián (que seguramente soñaba con un caso más emocionante que un «Encubrimiento»), se hizo presente para iniciar el procedimiento de flagrancia. O sea, para laburar en serio, aunque sea. En fin, otra victoria para las fuerzas del orden, que siguen demostrando que en San Juan, el delito no paga… o al menos no paga bien. Porque si te van a agarrar con las manos en la masa, al menos que sea una buena pizza con doble mozzarella…