En una entrevista exclusiva con Cuyo.News, un vecino del asentamiento Santa Bárbara expuso la dramática realidad que atraviesan 56 familias tras las últimas lluvias en San Juan. Entre paredes caídas, colchones mojados y niños enfermos, el testimonio refleja el pedido unánime: “No queremos nada regalado, queremos pagar una vivienda digna”.
“Queremos pagar, no vivir de arriba”
El entrevistado contó que su hijo de apenas cinco meses padece fibrosis quística, una enfermedad crónica que afecta los pulmones y requiere cuidados extremos. “El barro y la tierra lo ponen en riesgo. Estamos arriesgando su vida todos los días. Queremos salir del lugar, aunque sea pagando una casa en cuotas”, relató.
Como él, muchos otros padres describieron situaciones similares: niños que no pueden ir a la escuela porque se mojan sus mochilas, ropa y calzado; familias enteras que duermen sobre frazadas húmedas y que vieron derrumbarse techos y paredes durante el último temporal.
Personas con discapacidad y riesgos eléctricos
El reclamo también incluye a personas con discapacidad que viven en condiciones insostenibles. “Nos subimos a los techos a poner nylon y recibimos descargas eléctricas. No tenemos colchones secos ni electrodomésticos básicos para guardar alimentos o medicación”, denunciaron.
Uno de los pedidos centrales es la instalación de pilastras para acceder legalmente a la luz, ya que los vecinos aseguran estar dispuestos a pagar los consumos y los impuestos correspondientes.
Respuestas insuficientes
Si bien personal municipal y de la Subsecretaría de Acción Social recorrió el asentamiento, los vecinos aseguran que la ayuda se redujo a nylon, frazadas y bolsones de mercadería. “Agradecemos, pero no alcanza. Necesitamos una solución estructural, no parches”, remarcaron.
El pedido final es claro: una vivienda digna, con opción de pago. “Somos 56 familias. Queremos pagar, queremos tener lo nuestro, y sacar a nuestros hijos de esta situación. No pedimos lujos, pedimos vivir como personas”, concluyó el padre entrevistado.
En una nota exclusiva a Cuyo.News, un padre del asentamiento Santa Bárbara, en Concepción (Capital), contó la difícil situación que atraviesan 56 familias tras las lluvias. Reclaman soluciones habitacionales, acceso a servicios básicos y destacan que quieren pagar por una vivienda digna para dejar de vivir en la precariedad.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
En una entrevista exclusiva con Cuyo.News, un vecino del asentamiento Santa Bárbara expuso la dramática realidad que atraviesan 56 familias tras las últimas lluvias en San Juan. Entre paredes caídas, colchones mojados y niños enfermos, el testimonio refleja el pedido unánime: “No queremos nada regalado, queremos pagar una vivienda digna”.
“Queremos pagar, no vivir de arriba”
El entrevistado contó que su hijo de apenas cinco meses padece fibrosis quística, una enfermedad crónica que afecta los pulmones y requiere cuidados extremos. “El barro y la tierra lo ponen en riesgo. Estamos arriesgando su vida todos los días. Queremos salir del lugar, aunque sea pagando una casa en cuotas”, relató.
Como él, muchos otros padres describieron situaciones similares: niños que no pueden ir a la escuela porque se mojan sus mochilas, ropa y calzado; familias enteras que duermen sobre frazadas húmedas y que vieron derrumbarse techos y paredes durante el último temporal.
Personas con discapacidad y riesgos eléctricos
El reclamo también incluye a personas con discapacidad que viven en condiciones insostenibles. “Nos subimos a los techos a poner nylon y recibimos descargas eléctricas. No tenemos colchones secos ni electrodomésticos básicos para guardar alimentos o medicación”, denunciaron.
Uno de los pedidos centrales es la instalación de pilastras para acceder legalmente a la luz, ya que los vecinos aseguran estar dispuestos a pagar los consumos y los impuestos correspondientes.
Respuestas insuficientes
Si bien personal municipal y de la Subsecretaría de Acción Social recorrió el asentamiento, los vecinos aseguran que la ayuda se redujo a nylon, frazadas y bolsones de mercadería. “Agradecemos, pero no alcanza. Necesitamos una solución estructural, no parches”, remarcaron.
El pedido final es claro: una vivienda digna, con opción de pago. “Somos 56 familias. Queremos pagar, queremos tener lo nuestro, y sacar a nuestros hijos de esta situación. No pedimos lujos, pedimos vivir como personas”, concluyó el padre entrevistado.