Tensión en la Municipalidad de San Juan renuncias en análisis y un gabinete en pausa

Redacción Cuyo News
4 min

La jornada electoral del último domingo parece haber abierto un nuevo capítulo político en la Municipalidad de la Ciudad de San Juan. Según versiones extraoficiales, el jefe de Gabinete, César Aguilar, habría puesto su renuncia a disposición de la intendenta Susana Laciar, en un gesto que habría sido acompañado —al menos en lo simbólico— por otros miembros del gabinete.

Fuentes cercanas al Ejecutivo municipal sostienen que no existe una solicitud formal de renuncias por parte de la intendenta, y que el movimiento respondería más a una señal de respaldo y libertad política hacia la jefa comunal que a una crisis interna.

“Fue una actitud de acompañamiento, para que Laciar tenga margen de decisión sobre cómo seguir la gestión”, habrían explicado allegados al gabinete.

Hasta el momento, no se confirmó ninguna renuncia aceptada ni cambios en el equipo, aunque trascendió que la única funcionaria que habría puesto efectivamente su renuncia a disposición sería Adriana Luluaga, quien ocupa un área vinculada a lo social dentro de la estructura municipal.

El resto de los funcionarios habría mantenido su trabajo habitual, a la espera de definiciones. En ese contexto, la supuesta renuncia en bloque no estaría formalizada, sino que respondería a un gesto político de unidad y lealtad, habitual tras una elección en la que los equipos reevalúan posiciones y estrategias.

Una jugada política en tiempo de reacomodamiento

La situación se da en un escenario de reconfiguración política provincial tras los comicios, donde distintos espacios —oficialistas y opositores— analizan los resultados y ajustan sus estrategias para la próxima etapa. En ese marco, el gesto del gabinete capitalino podría interpretarse como una maniobra preventiva, que busca reafirmar el liderazgo de Laciar y dejarle plena libertad para decidir eventuales cambios en su equipo.

El movimiento, de confirmarse, no implicaría una fractura interna, sino una puesta en valor del liderazgo de la intendenta, que atraviesa una etapa de evaluación de gestión y planificación del próximo ciclo político.

Por ahora, no hay resoluciones oficiales ni comunicados del municipio, pero el clima político en la Capital sugiere que podrían venir ajustes puntuales y no una renovación total del gabinete.

Mientras tanto, Susana Laciar mantiene la calma y el control del tablero: el gesto político está hecho, y el siguiente movimiento será, como siempre, una decisión suya.

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