El duro revés que sufrió el PRO en la elección porteña del domingo tuvo un daño controlado en el bloque de diputados que comanda Cristian Ritondo. Si bien proliferaron pases de facturas, reproches y tensiones en el partido que encabeza Mauricio Macri por la derrota de la lista que encabezó Silvia Lospennato, hubo acuerdo para renovarle el apoyo al Gobierno de Javier Milei.
En principio, los diputados del PRO acordaron no dar quórum en la sesión convocada este miércoles en la Cámara Baja por pedido del kirchnerismo y la oposición díscola con un temario que incluye distintas propuestas para mejorar los haberes de los jubilados, que según alertaron provocarán «un agujero» fiscal.
Además, la oposición formalizó la ampliación del temario con la designación de autoridades de la comisión investigadora del escándalo cripto y los representantes de la Auditoría General de la Nación (AGN), en la que el peronismo quiere colocar a Juan Forlón, y Emilio Monzó, de Encuentro Federal, será propuesto por las bancadas federales.
Pero la reunión del bloque PRO generó atención por las declaraciones cruzadas tras el resultado del domingo, que incluyeron acusaciones y críticas a la estrategia que impulso Mauricio Macri.
Análisis post-derrota y renovación de apoyos
El primer dato del encuentro de la bancada amarilla fue la ausencia de Lospennato, la candidata que llevó el ex presidente para competir contra el vocero presidencial Manuel Adorni, quien terminó imponiéndose con más del 30%. Sin embargo, al mitín si asistió el resto de los diputados más alineados con Macri como María Eugenia Vidal como así también el larretista Alvaro González.
La reunión se desarrolló en orden, con algunas risas que se escucharon desde los pasillos, reflejando cierta tranquilidad en la tropa que comanda Ritondo, quien desde hace días viene negando una posible ruptura.
«No hay riesgo de fractura», dijo, en forma enfática, Ritondo, quien viene haciendo equilibrio para mantener el vínculo entre el macrismo y la Casa Rosada. «Vamos a seguir acompañando las medidas económicas del Gobierno, la baja de inflación, el déficit fiscal y la salida del cepo», resaltó el diputado.
La realidad es que por el momento no hay algún diputado que quiera dejar el bloque pese a que hay sectores que están más cerca que otros de la política del Gobierno. «No hay cacique que quiera encabezar una intifada», resumió una fuente legislativa consultada por Clarín.
Silvana Giudici, quien es la cara del sector que responde a Patricia Bullrich, hacía esfuerzos para mantener la unidad del PRO. En rigor la lectura que hicieron en el interior del bloque amarillo es que hay tres tercios que obligan a mantenerse dentro del espacio.
Bullrich tiene unos 10 diputados, Ritondo controla a una media docena y Mauricio Macri otra decena. Hay un resto de legisladores que queda en el medio y Alvaro González que está alineado con Horacio Rodríguez Larreta, que con la conquista del 8% logró ingresar a la Legislatura y obliga a los Macri a sentarse a negociar.
«El PRO desde un primer momento voto con coherencia y unidad, no vamos a cambiar por una elección distrital», fue la reflexión que dejaron representantes de los distintos sectores de la bancada amarilla.
Tensiones internas y mensajes hacia afuera
Sin embargo, hubo diputados bullrichistas que llegaron a reclamar a los sectores que responde a Macri que debían definir si acompañaban al oficialismo. «Vamos a ver qué hacen las mauricistas», chicanearon desde el ala bullrichista.
Desde el macrismo, María Eugenia Vidal envió una señal interna al anticipar que no acompañará al kirchnerismo y a la oposición díscola en la sesión convocada este miércoles. «No cambio de camiseta, ni de valores, a mi no me define un derrota electoral», remató.
El encuentro sirvió no sólo para discutir la estrategia de cara a la sesión por las jubilaciones sino que también se confirmó la decisión de ir en un acuerdo con el oficialismo en la Provincia que fue explicado por Diego Santilli.
El momento más incomodo, según comentaron desde el interior del PRO, se dio cuando Gerardo Milman le planteó a sus compañeros sobre el tema de la fractura del bloque algo que nadie quería debatir. Por eso hubo un silencio que sirvió para que el diputado agregue que era la consulta que había recibido de «varios periodistas».
Sin embargo, tras la reunión todos los sectores coincidieron en que «el más interesado en mantener la unidad del PRO debe ser el Gobierno» porque con solo 6 diputados que queden por fuera sería una baja que pondría en jaque la mayoría del oficialismo en la Cámara baja.
La reunión terminó en paz y el mensaje fue que «hay más factores en común que diferencias, incluso con La Libertad Avanza».
Tras el inesperado traspié electoral en la Ciudad, el bloque de diputados del PRO, bajo el liderazgo de Cristian Ritondo, realizó un cónclave para analizar el impacto y definir la estrategia a seguir. A pesar de las tensiones internas y los señalamientos cruzados por la derrota, los legisladores confirmaron su respaldo al Gobierno de Javier Milei y anunciaron que no darán quórum en la sesión convocada por la oposición para debatir jubilaciones, argumentando un potencial 'agujero' fiscal. La reunión también abordó la conformación de la comisión investigadora del 'escándalo cripto' y la postulación de candidatos para la Auditoría General de la Nación. El encuentro, marcado por la ausencia de Silvia Lospennato, candidata perdedora del macrismo, buscó disipar rumores de fractura interna, reafirmando la unidad del bloque en su acompañamiento a las políticas oficiales.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Mientras tanto, en un giro digno de telenovela barata, deciden que el mejor amigo es el que te banca en las malas. Y resulta que ese amigo, por ahora, es el gobierno de Milei. Vieron que la cosa con las jubilaciones pintaba fea para las arcas y gritaron al unísono: ‘¡Quórum negativo!’, como si fueran los Cazafantasmas pero con corbata.
La trama sigue, con la oposición queriendo meter la nariz donde no la llaman (o sí, en la AGN y el ‘escándalo cripto’). Y en medio de todo, el PRO, haciendo equilibrio como un funambulista con resaca, intentando convencer al mundo (y a sí mismos) de que están más unidos que sándwich triple.
El semitón hoy es: ¿Hasta cuándo dura el amor-odio entre el PRO y la Casa Rosada? Hagan sus apuestas.»>(Noticia estilo semitón)
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El duro revés que sufrió el PRO en la elección porteña del domingo tuvo un daño controlado en el bloque de diputados que comanda Cristian Ritondo. Si bien proliferaron pases de facturas, reproches y tensiones en el partido que encabeza Mauricio Macri por la derrota de la lista que encabezó Silvia Lospennato, hubo acuerdo para renovarle el apoyo al Gobierno de Javier Milei.
En principio, los diputados del PRO acordaron no dar quórum en la sesión convocada este miércoles en la Cámara Baja por pedido del kirchnerismo y la oposición díscola con un temario que incluye distintas propuestas para mejorar los haberes de los jubilados, que según alertaron provocarán «un agujero» fiscal.
Además, la oposición formalizó la ampliación del temario con la designación de autoridades de la comisión investigadora del escándalo cripto y los representantes de la Auditoría General de la Nación (AGN), en la que el peronismo quiere colocar a Juan Forlón, y Emilio Monzó, de Encuentro Federal, será propuesto por las bancadas federales.
Pero la reunión del bloque PRO generó atención por las declaraciones cruzadas tras el resultado del domingo, que incluyeron acusaciones y críticas a la estrategia que impulso Mauricio Macri.
Análisis post-derrota y renovación de apoyos
El primer dato del encuentro de la bancada amarilla fue la ausencia de Lospennato, la candidata que llevó el ex presidente para competir contra el vocero presidencial Manuel Adorni, quien terminó imponiéndose con más del 30%. Sin embargo, al mitín si asistió el resto de los diputados más alineados con Macri como María Eugenia Vidal como así también el larretista Alvaro González.
La reunión se desarrolló en orden, con algunas risas que se escucharon desde los pasillos, reflejando cierta tranquilidad en la tropa que comanda Ritondo, quien desde hace días viene negando una posible ruptura.
«No hay riesgo de fractura», dijo, en forma enfática, Ritondo, quien viene haciendo equilibrio para mantener el vínculo entre el macrismo y la Casa Rosada. «Vamos a seguir acompañando las medidas económicas del Gobierno, la baja de inflación, el déficit fiscal y la salida del cepo», resaltó el diputado.
La realidad es que por el momento no hay algún diputado que quiera dejar el bloque pese a que hay sectores que están más cerca que otros de la política del Gobierno. «No hay cacique que quiera encabezar una intifada», resumió una fuente legislativa consultada por Clarín.
Silvana Giudici, quien es la cara del sector que responde a Patricia Bullrich, hacía esfuerzos para mantener la unidad del PRO. En rigor la lectura que hicieron en el interior del bloque amarillo es que hay tres tercios que obligan a mantenerse dentro del espacio.
Bullrich tiene unos 10 diputados, Ritondo controla a una media docena y Mauricio Macri otra decena. Hay un resto de legisladores que queda en el medio y Alvaro González que está alineado con Horacio Rodríguez Larreta, que con la conquista del 8% logró ingresar a la Legislatura y obliga a los Macri a sentarse a negociar.
«El PRO desde un primer momento voto con coherencia y unidad, no vamos a cambiar por una elección distrital», fue la reflexión que dejaron representantes de los distintos sectores de la bancada amarilla.
Tensiones internas y mensajes hacia afuera
Sin embargo, hubo diputados bullrichistas que llegaron a reclamar a los sectores que responde a Macri que debían definir si acompañaban al oficialismo. «Vamos a ver qué hacen las mauricistas», chicanearon desde el ala bullrichista.
Desde el macrismo, María Eugenia Vidal envió una señal interna al anticipar que no acompañará al kirchnerismo y a la oposición díscola en la sesión convocada este miércoles. «No cambio de camiseta, ni de valores, a mi no me define un derrota electoral», remató.
El encuentro sirvió no sólo para discutir la estrategia de cara a la sesión por las jubilaciones sino que también se confirmó la decisión de ir en un acuerdo con el oficialismo en la Provincia que fue explicado por Diego Santilli.
El momento más incomodo, según comentaron desde el interior del PRO, se dio cuando Gerardo Milman le planteó a sus compañeros sobre el tema de la fractura del bloque algo que nadie quería debatir. Por eso hubo un silencio que sirvió para que el diputado agregue que era la consulta que había recibido de «varios periodistas».
Sin embargo, tras la reunión todos los sectores coincidieron en que «el más interesado en mantener la unidad del PRO debe ser el Gobierno» porque con solo 6 diputados que queden por fuera sería una baja que pondría en jaque la mayoría del oficialismo en la Cámara baja.
La reunión terminó en paz y el mensaje fue que «hay más factores en común que diferencias, incluso con La Libertad Avanza».
Mientras tanto, en un giro digno de telenovela barata, deciden que el mejor amigo es el que te banca en las malas. Y resulta que ese amigo, por ahora, es el gobierno de Milei. Vieron que la cosa con las jubilaciones pintaba fea para las arcas y gritaron al unísono: ‘¡Quórum negativo!’, como si fueran los Cazafantasmas pero con corbata.
La trama sigue, con la oposición queriendo meter la nariz donde no la llaman (o sí, en la AGN y el ‘escándalo cripto’). Y en medio de todo, el PRO, haciendo equilibrio como un funambulista con resaca, intentando convencer al mundo (y a sí mismos) de que están más unidos que sándwich triple.
El semitón hoy es: ¿Hasta cuándo dura el amor-odio entre el PRO y la Casa Rosada? Hagan sus apuestas.»>(Noticia estilo semitón)