¿Frankenstein digital? El creador de la IA teme «internet muerta»

Redacción Cuyo News
6 min
Cortito y conciso:

El auge de la inteligencia artificial generativa ha desatado un debate sobre el futuro de internet. Sam Altman, CEO de OpenAI, plantea la preocupante teoría de la «internet muerta», donde el contenido generado por IA supera al humano, abriendo la puerta a la manipulación y desinformación masiva. Expertos advierten sobre la necesidad de transparencia y responsabilidad en el desarrollo y regulación de la IA para proteger la «internet humana» y evitar un escenario distópico.

¿Se nos muere internet?: El CEO de OpenAI y la teoría que hace temblar a la red

¿Será que el doctor Frankenstein moderno se arrepiente de su monstruo? Sam Altman, mandamás de OpenAI, la empresa que nos trajo ChatGPT, parece estar sintiendo ese escalofrío post-creación. El tipo, ni lerdo ni perezoso, salió a decir que le está empezando a sonar la teoría de la "internet muerta", esa que plantea que los bots y la IA van a copar la parada, dejando el contenido humano como una rareza de museo. ¿Estamos ante el principio del fin de la internet que conocimos?

Altman tiró la bomba en X (el ex Twitter de Elon Musk), con un mensaje que resonó como un trueno en la comunidad tecnológica: "Nunca me tomé tan en serio la teoría de la internet muerta, pero parece que ahora hay muchas cuentas de Twitter administradas por LLM [modelos de lenguaje de IA]". ¡Plop! La cosa es seria.

La "internet muerta": ¿teoría conspirativa o profecía autocumplida?

La idea de la "internet muerta" no es nueva, pero que la levante el mismísimo Altman le da un peso específico que antes no tenía. La teoría, en esencia, plantea que la cantidad de contenido generado por IA está creciendo a un ritmo tan acelerado que pronto superará al creado por humanos. Esto, que suena a ciencia ficción, tiene implicaciones muy concretas.

¿Cómo diferenciamos un comentario genuino de un posteo generado por un bot? ¿Cómo evitamos ser manipulados por campañas de desinformación orquestadas por ejércitos de cuentas falsas? La cosa se pone turbia, y como dice el dicho, "cuando el río suena…".

Jake Renzella y Vlada Rozova, investigadores de las universidades de Nueva Gales del Sur y Melbourne, respectivamente, lo ponen en criollo: "A medida que estas cuentas impulsadas por IA crecen en seguidores (muchas falsas, algunas verdaderas), ese alto número legitima la cuenta para usuarios reales. Esto significa que ahí fuera se está creando un ejército de cuentas. Ya hay pruebas sólidas de que las redes sociales están siendo manipuladas por estos bots para influir en la opinión pública con desinformación y ha estado sucediendo durante años". ¡Escalofriante!

La viralización mutante: cuando la desinformación se vuelve un virus imparable

Pero la cosa no termina ahí. Un estudio reciente publicado en Physical Review Letters revela que el contenido que se viraliza en redes sociales no es estático, sino que muta y evoluciona a medida que se propaga, siguiendo un modelo matemático de "cascadas de autorrefuerzo". ¿Qué significa esto? Que la desinformación, al igual que un virus, se adapta para ser aún más contagiosa.

Sid Redner, físico y coautor del estudio, lo explica con una analogía impactante: "Nos inspiramos en parte en los incendios forestales: pueden volverse más fuertes cuando se queman a través de bosques densos y más débiles cuando se cruzan brechas abiertas. Ese mismo principio se aplica a la información, las bromas o las enfermedades. Pueden intensificarse o debilitarse dependiendo de las condiciones".

¿Hay salida?: Ética, responsabilidad y un poco de sentido común

Ante este panorama, ¿estamos condenados a vivir en una internet plagada de bots y noticias falsas? No necesariamente. Los expertos coinciden en que la solución no es prohibir la IA, sino regularla y utilizarla de manera responsable.

Aaron Harris, CTO de Sage, lo resume de manera contundente: "El problema no es necesariamente si el contenido proviene de un humano o de la IA, sino si alguien se responsabiliza de él". La transparencia, la auditabilidad y la capacidad de cuestionar los resultados son claves para construir una internet más ética y confiable.

Juniper Lovato, científica informática y coautora del estudio sobre viralización, advierte que los riesgos de la manipulación y la desinformación se multiplican con las herramientas de inteligencia artificial, y exige a los usuarios una mayor conciencia de los peligros de los asistentes y agentes de IA.

En definitiva, el futuro de internet está en juego. La "internet muerta" puede ser una profecía autocumplida si no tomamos cartas en el asunto. Depende de nosotros, los usuarios, los desarrolladores y los reguladores, construir una internet donde la información sea un bien común y no un arma de manipulación masiva. ¿Estaremos a la altura del desafío? El tiempo dirá.

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