En una reciente publicación en el blog oficial de PlayStation, Nate Fox, codirector creativo de Sucker Punch Productions, compartió detalles sobre la exhaustiva investigación que el equipo de Ghost of Yōtei realizó en Japón. Esta entrada se suma a la ya conocida dedicación del estudio por representar el Japón feudal con respeto, enfocándose esta vez en la cultura ainu.
El pueblo ainu y su contexto histórico
Los ainu son un pueblo indígena originario del norte de Japón, principalmente de Hokkaido, la isla más septentrional del país y escenario de Ghost of Yōtei. Su lengua, cultura y tradiciones difieren notablemente de las del grupo étnico yamato, predominante en Japón.
Ghost of Yōtei se sitúa en un momento histórico crucial: 1603, año en que Tokugawa Ieyasu fundó el Shogunato Tokugawa, marcando el inicio del pacífico período Edo. Sin embargo, Hokkaido en esa época era una isla agreste, escasamente poblada y hogar de los ainu.
Inmersión en la cultura ainu
“Al ambientar el juego en Hokkaido, sabíamos que era crucial representar la cultura ainu de forma respetuosa”, explicó Nate Fox. El equipo contactó a una asesora cultural ainu antes de su viaje de investigación, quien los invitó a recolectar verduras en las montañas con su familia. Esta experiencia personal influyó en la decisión de incluir la recolección en el juego, buscando compartir esa vivencia con los jugadores.
El equipo también visitó la península de Oshima, donde observaron indicios de la escasa presencia de japoneses continentales en la época, como la proliferación de cerezos traídos desde Honshu. Esta observación influyó en la representación de las zonas silvestres en el juego, que servirán de escenario para la lucha de la protagonista, Atsu.
Visitas a museos y santuarios
Una visita al Museo Ainu Nibutani permitió al equipo comprender las diferencias entre las casas tradicionales ainu (cise) y las japonesas. La arquitectura ainu, con su gran chimenea central, se puede apreciar en el tráiler oficial de Ghost of Yōtei.
Además, el equipo aprendió sobre el período Edo en Japón y visitó Nikko Toshogu, un santuario dedicado al shogun Tokugawa Ieyasu. Allí obtuvieron una bendición para el juego, exhibiendo con orgullo el ema y el omamori como recordatorios de su viaje.
Fox reflexionó sobre el viaje de investigación, enfatizando que «si bien nuestra versión de Hokkaido es ficticia, la sensación de autenticidad que buscamos crear se basa en esas experiencias del mundo real». El contraste entre la cultura Wajin/Edo y la de los Ainu promete ser un aspecto interesante del juego.