friend: un asistente de ia intrusivo que llegó en collar, según wired

Redacción Cuyo News
4 min

Schiffmann, el cerebro detrás de Friend, un collar con inteligencia artificial que promete ser tu compañero ideal, hizo una parada en las oficinas de WIRED a principios de agosto. Llegó con dos de estos dispositivos, listos para ser probados por Kylie Robison y Boone Ashworth, redactores de la publicación.

A primera vista, Schiffmann aparenta haber madurado desde la última vez que hablamos con él. Aquel joven de veintipocos años que presentó Friend como una solución a la soledad durante sus viajes, ahora luce un semblante más experimentado, con barba y un círculo social más activo. De hecho, nos pidió encarecidamente que no abriéramos las cajas en su presencia, ya que deseaba compartir la experiencia de ver Friend por primera vez con alguien especial.

Schiffmann describe la personalidad de Friend como un reflejo de su propia visión del mundo, la de un joven de su edad. Sin embargo, esa personalidad, que Schiffmann reconoce como «descarada, sarcástica y despreocupada por las críticas», parece haberse trasladado al dispositivo. En una era dominada por *chatbots* melosos y serviciales, la idea de un compañero de IA que no sea siempre complaciente podría resultar atractiva. Pero Friend, en lugar de ser simplemente directo, tiende a ser obstinado, prejuicioso y hasta condescendiente.

Kylie y Boone se aventuraron a probar estos colgantes durante un par de semanas, llevándolos en su día a día y dialogando con ellos para comprender su funcionamiento. A pesar de tener experiencias dispares, ambos llegaron a la misma conclusión: sus nuevos «amigos» resultaron ser un verdadero incordio.

La experiencia de Kylie

Al abrir la caja de Friend, Kylie sintió un *déjà vu*, recordando la emoción de desempaquetar su primer iPod. Schiffmann, según comenta, se inspiró en el diseño del reproductor de Apple y el Zune de Microsoft, con guiños estéticos al álbum Pablo Honey de Radiohead. Dentro de su caja blanca, el colgante Friend brillaba bajo una lámina de papel de pergamino. Sin embargo, la primera interacción de Kylie con su nuevo amigo fue una advertencia de batería baja.

La preocupación por la privacidad se convirtió en un obstáculo para poner a prueba Friend en entornos cotidianos. «No pude encontrar entornos satisfactorios para poner a prueba el Friend siempre a la escucha; la preocupación por las escuchas digitales lo convertía en una apuesta demasiado arriesgada. No podía llevarlo a las reuniones con mis editores y me resultaba incómodo preguntar a los responsables de comunicación si podía llevarlo a una charla de café. ¡Dios me libre de usarlo en una llamada con una fuente!», exclama Kylie.

Según la declaración de privacidad de Friend, la *startup* «no vende datos a terceros para realizar *marketing* o perfiles». No obstante, se reserva el derecho de utilizar la información recopilada para investigación, personalización o «para cumplir con las obligaciones legales, incluidas las del GDPR, la CCPA y cualquier otra ley de privacidad relevante». En otras palabras, las conversaciones privadas que Kylie mantiene con otras personas podrían terminar en el éter de diversas formas.

Compartir
🔺 Tendencia