El Monviso y la Inteligencia Artificial: Un rescate que parece sacado de una película de ciencia ficción
El pico Monviso, en los Alpes cotenses, fue escenario de una historia que mezcla tragedia y tecnología. La desaparición de Nicola Ivaldo, un médico ligur de 64 años, en septiembre de 2024, mantuvo en vilo a los equipos de rescate durante meses. Sin embargo, la solución llegó de la mano de una inteligencia artificial y un dron, una dupla que parece salida de una novela de Asimov, pero que resultó ser más efectiva que cualquier sabueso humano.
El casco rojo, la clave del misterio
El cuerpo de Ivaldo fue hallado a 3,150 metros de altitud, en un barranco de la cara norte del Monviso. La clave del hallazgo no fue una brújula mágica ni un grito desgarrador en la montaña, sino un casco rojo que «chocaba» con el paisaje. Este contraste, imperceptible para el ojo humano en la inmensidad alpina, fue detectado por un software de inteligencia artificial que analizó 2,600 fotogramas tomados por un dron.
De la búsqueda manual al análisis algorítmico
La historia de este rescate pone de manifiesto la evolución de las técnicas de búsqueda en montaña. Lo que antes requería semanas o meses de rastreo exhaustivo, ahora puede resolverse en cuestión de días gracias a la tecnología. El Cuerpo Nacional de Rescate Alpino y Espeleológico (CNSAS) del Piamonte, en colaboración con ENAC, el organismo italiano que supervisa la aviación civil, ha desarrollado un método riguroso que integra drones y software de reconocimiento de color y forma.
Este sistema no solo permite identificar objetos específicos, como el casco de Ivaldo, sino que también puede analizar datos térmicos para detectar seres vivos. «Exactamente igual que con las imágenes fijas, la IA también puede interpretar los datos térmicos y proporcionar indicaciones valiosas en pocas horas», explicó Saverio Isola, el piloto de dron del CNSAS que participó en el rescate.
Un éxito de equipo, no solo de la tecnología
Si bien la inteligencia artificial fue fundamental para el hallazgo, los rescatistas destacan que este fue un «éxito de equipo». La experiencia y el conocimiento de la zona de los rescatadores alpinos, junto con la información proporcionada por el teléfono de Ivaldo, fueron cruciales para orientar la búsqueda y llevar a cabo las operaciones de recuperación.
«Es un éxito humano, pero sin la tecnología habría sido una misión imposible», comentó Isola, subrayando que la colaboración entre humanos y máquinas es la clave para mejorar la eficiencia de los rescates en montaña y prevenir tragedias.