Oracle a un paso del billón de dólares gracias al furor por la inteligencia artificial
La gigante tecnológica Oracle se encuentra a las puertas de alcanzar una valoración de mercado de un billón de dólares, impulsada por la creciente demanda de capacidad de cómputo para el desarrollo de la inteligencia artificial. Este auge bursátil incluso catapultó brevemente a su cofundador, Larry Ellison, a la cima del ranking de las personas más ricas del mundo, desbancando por un instante al mismísimo Elon Musk.
Contratos millonarios y proyecciones en la nube
A principios de esta semana, la compañía con sede en California presentó su informe financiero correspondiente al primer trimestre fiscal de 2026. Safra Catz, directora ejecutiva de Oracle, anunció la firma de cuatro contratos multimillonarios con tres empresas cuyos nombres permanecen en el anonimato, generando un halo de misterio y especulación en el mercado. Según la directiva, estos acuerdos prometen impulsar los ingresos provenientes de la infraestructura en la nube hasta un 77% al cierre de 2025. Durante el primer trimestre, esta división ya generó más de 317.000 millones de dólares en ingresos futuros por compromisos contractuales. Una cifra que, para ponerlo en criollo, es más grande que el presupuesto anual de varios países de la región.
El miércoles, las declaraciones de Catz provocaron un alza histórica del 35,9% en el precio de las acciones de Oracle, elevando su capitalización bursátil a 933.000 millones de dólares. Según datos de Bloomberg, se trata de la mayor ganancia diaria de la empresa desde 1992. Este incremento tuvo un impacto inmediato en la fortuna personal de Ellison, quien controla el 41% de la compañía. Su patrimonio neto sumó la friolera de 89.000 millones de dólares adicionales, alcanzando un total de 383.200 millones y situándolo como el hombre más rico del planeta durante gran parte del día, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Un día redondo para el magnate, sin dudas.
Sin embargo, en las primeras operaciones de este jueves, los títulos de Oracle experimentaron un retroceso de casi el 5%. Forbes estima que, si la tendencia a la baja persiste, el valor de mercado de la compañía podría descender a unos 890.000 millones de dólares. A pesar de esta corrección, los analistas del mercado se mantienen optimistas, argumentando que la creciente demanda de capacidad computacional y servicios en la nube impulsada por la acelerada evolución de la IA, mantendrá la rentabilidad y expansión de la firma. Un optimismo que, como buen argentino, tomamos con pinzas, pero que sin duda genera expectativas.
Richard Hunter, jefe de mercados de Interactive Investor, declaró a Reuters que “Oracle encendió el fuego en el renovado sector de la IA”. Además, aseguró que las perspectivas de ingresos multimillonarios han generado un “efecto dominó” sobre otras compañías vinculadas al sector. Palabras fuertes que pintan un panorama prometedor, aunque siempre con la cautela necesaria.
Aunque Oracle ha mantenido en secreto la identidad de las empresas involucradas en los contratos, las especulaciones apuntan a que OpenAI, la creadora de ChatGPT, estaría entre ellas. Según The Wall Street Journal, ambas organizaciones habrían pactado un acuerdo valuado en 300.000 millones de dólares en capacidad de cómputo. Este compromiso permitiría a OpenAI utilizar la infraestructura en la nube de Oracle durante cinco años a partir de 2027. Un contrato que, de confirmarse, sería un verdadero golazo para ambas compañías.
El avance de Oracle aviva las preocupaciones sobre la burbuja de la IA
El diario estadounidense The Wall Street Journal señala que “el contrato es uno de los más grandes jamás firmados en la nube y refleja cómo el gasto en centros de datos de IA alcanza niveles récord pese a las crecientes advertencias sobre una posible burbuja”. La frase, contundente, pone en el centro del debate la sostenibilidad del boom de la IA.
Actualmente, el mercado global de inteligencia artificial está valuado en 273.600 millones de dólares. Proyecciones de GlobeNewswire apuntan a que superará los 5 billones en 2035. Sin embargo, varios expertos advierten que los inversores han alimentado expectativas excesivamente optimistas en torno a los beneficios futuros de esta tecnología, sin tomar en cuenta obstáculos regulatorios, desafíos técnicos, elevados costos energéticos y limitaciones para su adopción masiva. Problemas que, como bien sabemos, suelen ser la piedra en el zapato de cualquier proyecto ambicioso.
John-David Lovelock, vicepresidente y analista principal de Gartner, sostiene que “las expectativas sobre las capacidades de la IA generativa están disminuyendo debido a la alta tasa de fracaso en los proyectos piloto y a la insatisfacción con los resultados obtenidos hasta ahora”. No obstante, anticipa que los desarrolladores de modelos de IA generativa seguirán destinando recursos millonarios para ampliar el tamaño, mejorar el desempeño y fortalecer la fiabilidad de los algoritmos, aún cuando estos no ofrezcan beneficios inmediatos ni garantizados. Una apuesta arriesgada, pero que, en el mundo de la tecnología, parece ser la norma.
Oracle se acerca al billón de dólares de valoración impulsada por la IA. El boom bursátil catapultó brevemente a Larry Ellison como el hombre más rico del mundo, superando a Elon Musk. Contratos millonarios en infraestructura en la nube anticipan un crecimiento del 77% en ingresos para 2025. Analistas advierten sobre una posible burbuja en el sector, pese a proyecciones optimistas del mercado de IA.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Cuatro contratos gigantes en la nube, misterio total sobre quiénes los firmaron. ¿Será OpenAI? Los ingresos podrían subir un 77%. ¡Una locura!
Pero ojo, que no todo es fiesta. Algunos ya hablan de burbuja IA. ¿Será que estamos inflando demasiado el globo? ¡Veremos!
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Oracle a un paso del billón de dólares gracias al furor por la inteligencia artificial
La gigante tecnológica Oracle se encuentra a las puertas de alcanzar una valoración de mercado de un billón de dólares, impulsada por la creciente demanda de capacidad de cómputo para el desarrollo de la inteligencia artificial. Este auge bursátil incluso catapultó brevemente a su cofundador, Larry Ellison, a la cima del ranking de las personas más ricas del mundo, desbancando por un instante al mismísimo Elon Musk.
Contratos millonarios y proyecciones en la nube
A principios de esta semana, la compañía con sede en California presentó su informe financiero correspondiente al primer trimestre fiscal de 2026. Safra Catz, directora ejecutiva de Oracle, anunció la firma de cuatro contratos multimillonarios con tres empresas cuyos nombres permanecen en el anonimato, generando un halo de misterio y especulación en el mercado. Según la directiva, estos acuerdos prometen impulsar los ingresos provenientes de la infraestructura en la nube hasta un 77% al cierre de 2025. Durante el primer trimestre, esta división ya generó más de 317.000 millones de dólares en ingresos futuros por compromisos contractuales. Una cifra que, para ponerlo en criollo, es más grande que el presupuesto anual de varios países de la región.
El miércoles, las declaraciones de Catz provocaron un alza histórica del 35,9% en el precio de las acciones de Oracle, elevando su capitalización bursátil a 933.000 millones de dólares. Según datos de Bloomberg, se trata de la mayor ganancia diaria de la empresa desde 1992. Este incremento tuvo un impacto inmediato en la fortuna personal de Ellison, quien controla el 41% de la compañía. Su patrimonio neto sumó la friolera de 89.000 millones de dólares adicionales, alcanzando un total de 383.200 millones y situándolo como el hombre más rico del planeta durante gran parte del día, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Un día redondo para el magnate, sin dudas.
Sin embargo, en las primeras operaciones de este jueves, los títulos de Oracle experimentaron un retroceso de casi el 5%. Forbes estima que, si la tendencia a la baja persiste, el valor de mercado de la compañía podría descender a unos 890.000 millones de dólares. A pesar de esta corrección, los analistas del mercado se mantienen optimistas, argumentando que la creciente demanda de capacidad computacional y servicios en la nube impulsada por la acelerada evolución de la IA, mantendrá la rentabilidad y expansión de la firma. Un optimismo que, como buen argentino, tomamos con pinzas, pero que sin duda genera expectativas.
Richard Hunter, jefe de mercados de Interactive Investor, declaró a Reuters que “Oracle encendió el fuego en el renovado sector de la IA”. Además, aseguró que las perspectivas de ingresos multimillonarios han generado un “efecto dominó” sobre otras compañías vinculadas al sector. Palabras fuertes que pintan un panorama prometedor, aunque siempre con la cautela necesaria.
Aunque Oracle ha mantenido en secreto la identidad de las empresas involucradas en los contratos, las especulaciones apuntan a que OpenAI, la creadora de ChatGPT, estaría entre ellas. Según The Wall Street Journal, ambas organizaciones habrían pactado un acuerdo valuado en 300.000 millones de dólares en capacidad de cómputo. Este compromiso permitiría a OpenAI utilizar la infraestructura en la nube de Oracle durante cinco años a partir de 2027. Un contrato que, de confirmarse, sería un verdadero golazo para ambas compañías.
El avance de Oracle aviva las preocupaciones sobre la burbuja de la IA
El diario estadounidense The Wall Street Journal señala que “el contrato es uno de los más grandes jamás firmados en la nube y refleja cómo el gasto en centros de datos de IA alcanza niveles récord pese a las crecientes advertencias sobre una posible burbuja”. La frase, contundente, pone en el centro del debate la sostenibilidad del boom de la IA.
Actualmente, el mercado global de inteligencia artificial está valuado en 273.600 millones de dólares. Proyecciones de GlobeNewswire apuntan a que superará los 5 billones en 2035. Sin embargo, varios expertos advierten que los inversores han alimentado expectativas excesivamente optimistas en torno a los beneficios futuros de esta tecnología, sin tomar en cuenta obstáculos regulatorios, desafíos técnicos, elevados costos energéticos y limitaciones para su adopción masiva. Problemas que, como bien sabemos, suelen ser la piedra en el zapato de cualquier proyecto ambicioso.
John-David Lovelock, vicepresidente y analista principal de Gartner, sostiene que “las expectativas sobre las capacidades de la IA generativa están disminuyendo debido a la alta tasa de fracaso en los proyectos piloto y a la insatisfacción con los resultados obtenidos hasta ahora”. No obstante, anticipa que los desarrolladores de modelos de IA generativa seguirán destinando recursos millonarios para ampliar el tamaño, mejorar el desempeño y fortalecer la fiabilidad de los algoritmos, aún cuando estos no ofrezcan beneficios inmediatos ni garantizados. Una apuesta arriesgada, pero que, en el mundo de la tecnología, parece ser la norma.
Cuatro contratos gigantes en la nube, misterio total sobre quiénes los firmaron. ¿Será OpenAI? Los ingresos podrían subir un 77%. ¡Una locura!
Pero ojo, que no todo es fiesta. Algunos ya hablan de burbuja IA. ¿Será que estamos inflando demasiado el globo? ¡Veremos!