Más pantallas, ¿más miopía? El riesgo en niños preocupa a expertos.

Redacción Cuyo News
7 min
Cortito y conciso:

Un nuevo metanálisis prendió la alarma: el uso excesivo de pantallas podría aumentar el riesgo de miopía en pibes hasta en un 21%. Si bien los expertos insisten en que la cosa es más compleja, la recomendación es clara: ¡a correr al aire libre, muchachos!

Para 2050, se estima que la mitad de la población mundial andará con anteojos por culpa de la miopía. Y aunque parezca una obviedad, mantener a los más chicos lejos de las pantallas y empujarlos a jugar a la pelota en la plaza podría hacer la diferencia. Pero, ¿cuánto influyen realmente esos aparatitos que tanto aman los jóvenes en su salud visual?

Un estudio reciente, publicado en la revista *JAMA Network Open*, le echó más leña al fuego. El metanálisis, que revisó 45 investigaciones con más de 300.000 participantes, sugiere que sumar una hora diaria de pantalla podría elevar hasta en un 21% el riesgo de desarrollar miopía. ¡Ojo al piojo!

Un equipo de científicos liderado por Young Kook Kim, de la Universidad Nacional de Seúl, llegó a la conclusión de que existe una «asociación significativa en todas las categorías de edad» entre el uso de dispositivos electrónicos y la miopía, tanto en Asia como en otros continentes. Y la cosa se pone turbia cuando el tiempo frente a la pantalla supera las cuatro horas diarias.

### ¿Pantallas, las nuevas villanas de la visión?

Pero, antes de crucificar a las tablets y los celulares, vale recordar que la miopía es una enfermedad multifactorial. Sergio Recalde, investigador en oftalmología de la Clínica Universidad de Navarra, aclara que también hay variables genéticas, ambientales y de estilo de vida en juego. «La investigación se centra en actividades de cerca y se sabe que eso es un problema. Lo que faltó analizar son los periodos de tiempo al aire libre», explica Recalde, dándole un toque de incertidumbre a la ecuación.

Lo cierto es que las investigaciones sobre el tema no son concluyentes. Un metanálisis anterior, publicado en *Science Direct*, encontró que el uso de *smartphones* aumentaba en un 26% las chances de tener miopía, mientras que la combinación con computadoras elevaba el riesgo al 77%. ¡Tremendo! Pero otro estudio de este año contradice esos datos, dejando más dudas que certezas.

Los autores del nuevo informe admiten que los efectos de las pantallas «aún deben investigarse a fondo», aunque insinúan que existiría un «umbral de seguridad potencial» de menos de una hora diaria. ¿Será posible?

### La clave: actividades al aire libre

Lo que sí parece estar claro es que sacar a los chicos de las cuatro paredes, especialmente entre los 9 y los 17 años, es fundamental. Durante esa etapa, el ojo es más vulnerable y puede crecer más de lo debido, aumentando la longitud axial y predisponiendo a la miopía. «Los factores ambientales están ganando mucha importancia», remarca Recalde.

Cristina Álvarez, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), coincide: «La miopía es un defecto refractivo y ha habido una prevalencia en los últimos años que se explica por factores ambientales». Y ahí es donde podemos meter mano, tratando de retrasar la edad de inicio.

Pasar al menos dos horas al aire libre, mantener una distancia prudencial al leer o usar dispositivos (¡el codo como medida!) y evitar acercar demasiado la cara a las pantallas son algunas de las recomendaciones de los expertos.

### ¿Cómo está la salud visual de los pibes?

El último Barómetro de la Miopía (2023) reveló que la miopía infantil aumentó un 17,8% en los últimos seis años en España. El confinamiento por la pandemia, con su consecuente reducción de la exposición a la luz solar, duplicó la tasa de progresión de la miopía en niños y jóvenes, según un análisis. ¡Un golpe bajo para la vista!

Sin embargo, otro estudio contradice esos datos, lo que demuestra que la discusión sigue abierta. «Creemos también que puede ser porque después de la pandemia se ha decidido salir más a la calle. Sin embargo, sigue siendo un problema de salud pública», advierte Miguel Ángel Sánchez, también de la UCM.

En Madrid, un estudio de la Asociación de Miopía Magna con Retinopatías (AMIRES) encontró una prevalencia de miopía del 6,5% en niños de segundo grado, que se dispara hasta el 18,7% en sexto grado. ¡Casi se triplica!

Además, Javier García, presidente de AMIRES, alertó que «casi el 50% de los niños y niñas analizados que tienen un grado de miopía no llevan las correcciones ópticas adecuadas. Es decir, están sin gafas». Un dato preocupante, ya que la detección y corrección temprana son clave para frenar la progresión de la enfermedad. Porque, como dice el dicho, «ojo que no ve, corazón que no siente», pero también…¡ojo que no se corrige, se agranda más rápido!

### ¿Qué podemos hacer?

Ante este panorama, la pregunta del millón es: ¿debemos prohibirles las pantallas a nuestros hijos? Probablemente no. Pero sí es fundamental fomentar actividades al aire libre, limitar el tiempo frente a los dispositivos electrónicos, controlar la distancia al leer o usar pantallas y realizar controles oftalmológicos periódicos. Porque, al fin y al cabo, la salud visual de nuestros pibes está en juego. Y, como bien sabemos los argentinos, ¡más vale prevenir que curar!

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