Científicos en Suiza y Corea del Sur desarrollaron robots con patas capaces de movimientos tipo parkour y hasta de jugar bádminton contra humanos. Estos avances, logrados gracias a complejos marcos de control, abren un debate sobre el futuro de la robótica en tareas dinámicas y entornos desafiantes. ¿Será que pronto los veremos reemplazando a los albañiles o incluso ganándonos en los deportes?
Dos equipos científicos, uno en Suiza y el otro en Corea del Sur, están dando que hablar en el mundo de la robótica. Desarrollaron marcos de control que permiten a robots con patas ejecutar movimientos que antes solo veíamos en películas de acción, como parkour, e incluso participar en partidos de bádminton contra humanos. La pregunta que surge es: ¿estamos ante el amanecer de una nueva era robótica o es solo una curiosidad tecnológica más?
Estos "marcos" – que, en criollo, son conjuntos de algoritmos, reglas y métodos – combinan estrategias de planificación, aprendizaje por refuerzo y percepción en tiempo real. ¿El objetivo? Que los robots se muevan con autonomía en terrenos complejos o dinámicos. Suena a ciencia ficción, pero es la ciencia de hoy.
Raibo: El robot que desafía la gravedad
Uno de los experimentos, publicado en la prestigiosa revista Science Robotics, muestra a Raibo, un robot cuadrúpedo, haciendo gala de su agilidad. Corre por paredes verticales, salta desniveles dignos de un campeón de salto en largo y sube escaleras a toda velocidad. El marco que lo controla utiliza una red neuronal para elegir los puntos de apoyo más seguros y un generador de mapas para simular terrenos complicados. Digamos que Raibo no le tiene miedo a nada.
Pero, ¿qué significa esto en el mundo real? ¿Estamos hablando solo de acrobacias robóticas o de algo más?
ANYmal-D: ¿El próximo campeón de bádminton?
El otro robot en cuestión, el ANYmal-D, también de cuatro patas, utiliza un control similar para jugar al bádminton contra humanos. Equipado con una cámara estéreo y un brazo dinámico, este robot aprendió a seguir y predecir la trayectoria del volante, moviéndose por la cancha para interceptarlo y devolverlo con éxito. Las pruebas mostraron que podía mantener peloteos de hasta 10 golpes consecutivos, priorizando siempre la estabilidad.
¿Impresionante? Sin duda. Pero, ¿estamos a punto de ver una final de bádminton entre humanos y robots? Quizás no tan rápido.
El futuro de la robótica: ¿aliados o rivales?
Estos avances, sin embargo, abren un abanico de posibilidades. Podrían ser la base para diseñar robots que se desplacen de forma autónoma en áreas de desastre o construcción, o que manipulen objetos en tareas dinámicas que requieran coordinación, percepción rápida y movimientos ágiles.
La pregunta del millón es: ¿estos robots serán nuestros aliados o competidores? ¿Nos ayudarán a construir un futuro mejor o nos reemplazarán en nuestros trabajos? La respuesta, como siempre, no es sencilla.
Lo que sí es claro es que la robótica está avanzando a pasos agigantados. Y nosotros, como sociedad, debemos estar preparados para el debate que se viene. Porque, como dice el dicho, "el futuro llegó hace rato", y ahora tenemos que decidir qué hacer con él.
