Scarlett Johansson vuelve a ser víctima de los deepfakes, esta vez en un video que la muestra junto a otras figuras judías de Hollywood con una camiseta que satiriza a Kanye West. La actriz exige regulación urgente de la IA en EE.UU., recordando incidentes anteriores con videos porno falsos y el uso no autorizado de su voz por OpenAI. El debate sobre los peligros de la IA y la necesidad de proteger la imagen pública se enciende nuevamente.
La Nueva Pesadilla Digital de Hollywood: Scarlett Johansson en el Ojo de la Tormenta de los Deepfakes
La era digital nos pinta un futuro cada vez más bizarro, y si no, que lo cuenten en Hollywood. Scarlett Johansson, la mismísima Viuda Negra, se convirtió en la última víctima de los infames *deepfakes*, esos videos falsos que parecen sacados de una realidad paralela, pero que tienen consecuencias bien reales.
En esta ocasión, la actriz apareció en un video trucado junto a pesos pesados como Adam Sandler, Drake y Steven Spielberg, todos luciendo una remera con un diseño que parodia al controvertido Kanye West. ¿La reacción? Un llamado urgente a la regulación de la inteligencia artificial (IA).
«Muchos países progresistas, entre los que no se incluye Estados Unidos, han respondido de una manera responsable para poner límites a la IA», sentenció Johansson a la revista *People*, dejando en claro que la inacción del gobierno estadounidense la tiene al borde del ataque de nervios. «Es aterrador que el Gobierno de los Estados Unidos esté paralizado cuando se trata de aprobar una legislación que proteja a todos sus ciudadanos contra los peligros inminentes de la IA».
### ¿Estamos Perdiendo el Control de la Realidad?
La pregunta que resuena en los pasillos de la industria del entretenimiento es si estamos a tiempo de ponerle un freno a esta tecnología descontrolada. Johansson, sin pelos en la lengua, insta a denunciar el mal uso de la IA, «sin importar su mensaje, o corremos el riesgo de perder el control de la realidad». Palabras fuertes, pero que reflejan el temor creciente ante la facilidad con la que se puede manipular la imagen de cualquier persona.
La actriz no es ninguna novata en estos menesteres. Ya ha sufrido la pesadilla de ver su rostro en videos pornográficos falsos generados con IA, un ataque directo a su intimidad y una muestra del potencial daño que puede causar esta tecnología en manos equivocadas.
### OpenAI y la Voz de la Discordia
Pero la cosa no termina ahí. En septiembre de 2023, OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, le ofreció usar su voz para la versión 4o del chatbot. Sam Altman, el pope de la compañía, le vendió la idea como una forma de «cerrar la brecha entre empresas tecnológicas y creadores y a confortar a los usuarios». Johansson, tras pensarlo mucho, rechazó la oferta.
¿Y qué pasó? OpenAI siguió adelante, lanzando una voz sospechosamente similar a la de la actriz. «Mis amigos, familia y el público en general notaron cómo el sistema nuevo llamado Sky sonaba como yo», denunció Johansson, recordando que el tono de Sky evocaba su papel en la película *Her*, donde le ponía la voz a una asistente virtual. Finalmente, tras amenazas legales, la compañía dio marcha atrás.
### La Urgente Necesidad de Regular
«Yo he sido una víctima muy pública de la inteligencia artificial, pero lo cierto es que nos afecta a todos y cada uno de nosotros», reflexionó Johansson, poniendo el dedo en la llaga. La situación actual exige una respuesta urgente por parte de los legisladores, que deben ponerse las pilas y regular el uso de la IA antes de que sea demasiado tarde.
Porque, como dice el dicho, más vale prevenir que curar. Y en este caso, la cura podría ser mucho más dolorosa que la enfermedad. ¿Estamos a tiempo de evitar un futuro distópico donde la realidad y la ficción se confunden hasta límites insospechados? El debate está abierto.
