River, con más bajas que el rating de Duro de Domar a la madrugada, Gallardo se rasca la cabeza pensando en Atlético Tucumán. Galoppo sigue afuera, Enzo Pérez suspendido y el Muñeco con menos variantes que un kiosco de barrio.
Gallardo, entre la espada y la pared: River con bajas sensibles para enfrentar a Atlético Tucumán
El Muñeco, con una cara que ni el Kun Agüero cuando le erró el penal atajado por Chilavert, sabe que la tiene difícil. “Cuando las cosas no salen, hay que trabajar, insistir, y si hay que cambiar, hay que cambiar. Lo tengo claro”. Palabras de Marcelo Gallardo que retumban en Núñez como un grito de gol en el Monumental, pero esta vez con sabor a preocupación. La derrota contra Talleres dejó más secuelas que un cruce con Ruggeri, y el panorama para el partido contra Atlético Tucumán es más oscuro que la camiseta alternativa de Boca.
El parte médico: un hospital de campaña
A la ya conocida baja de Enzo Pérez por suspensión (una roja que ni el Bambino Veira hubiera discutido), se suman los desgarros de Martínez Quarta y Driussi, que parecen haber jugado un picado contra Los Pumas. Y como si fuera poco, Matías Rojas se suma a la enfermería con una molestia muscular que lo deja afuera. Pero la frutilla del postre es Giuliano Galoppo, que después de una prueba más exigente que la final del Mundial ’78, volvió a sentir molestias y sigue sin el alta. “Lleva 18 días de recuperación…”, dirán algunos. Sí, 18 días, como 18 goles que no le pudimos hacer a Talleres. El objetivo ahora es que llegue al partido contra Riestra, un rival que, con todo respeto, no es ni el Barcelona de Guardiola.
El mediocampo, un desierto sin oasis
En una zona de la cancha donde River necesita más magia que Maradona en el ’86, la ausencia de Galoppo se siente como un penal en contra en el minuto 90. Dinámica, cambio de ritmo, generación de juego… Atributos que escasean más que entradas para ver a la Scaloneta. Y ni hablar de Santiago Simón, que hasta ahora no ha logrado llenar el vacío dejado por el ex Banfield. 410 minutos en cancha, 4.2 recuperaciones por partido, 80% de precisión en pases… Números que hablan por sí solos.
Sin Enzo Pérez, Gallardo deberá recurrir a un plan C, D o hasta Z. Kranevitter, que supo ser el mejor socio de Ponzio en el medio, hoy parece más perdido que Tevez en un picado con Bilardo. Y Aliendro, el comodín multiuso, estuvo ausente por problemas personales. En definitiva, un panorama que preocupa hasta al más optimista. ¿Podrá el Muñeco encontrar la solución? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, los hinchas de River, como Eber Ludueña esperando el centro de Bochini, seguimos esperando un milagro.
