El murmullo constante de viajeros, el anuncio de partidas por los altoparlantes y el ir y venir de valijas forman la banda sonora de la Estación Terminal de Ómnibus de San Juan.
Es el corazón del transporte terrestre de la provincia, un organismo que late sin descanso pero que, desde hace tiempo, muestra signos de haber llegado a su máxima capacidad.
El gobierno provincial promete no solo un alivio, sino una completa refundación: se ha lanzado una licitación pública por una cifra monumental, $27.296.202.867,29, para duplicar su tamaño y redefinir el concepto de conectividad en la región.
El proyecto, denominado oficialmente «Ampliación Estación Terminal de Ómnibus de San Juan», se posiciona como una de las obras de infraestructura más ambiciosas en la historia reciente de Cuyo. El llamado a licitación, que fija la apertura de ofertas para el 1 de septiembre, no es solo una invitación a las constructoras, sino el punto de partida de una transformación estratégica que busca preparar a la provincia para las próximas cuatro décadas.
Radiografía de una inversión estratégica
Para entender la magnitud del nuevo proyecto, es esencial analizar los números y compararlos con las intervenciones pasadas. La diferencia es abismal y revela un cambio de visión:
- Inversión Actual: $27.3 mil millones de pesos, destinados a una expansión y construcción de nueva capacidad.
- Inversión Pasada (2018): $60 millones de pesos de la época, enfocados en la modernización y puesta en valor de 1.000 m² de la estructura existente.
- Nueva Superficie: El proyecto contempla la construcción de una nave completamente nueva de 14.000 metros cuadrados, duplicando la superficie actual de la terminal.
- Capacidad Operativa: Se sumarán 20 nuevas dársenas, optimizando drásticamente la capacidad para recibir y despachar unidades de corta, media y larga distancia.
Del parche a la visión de futuro: la historia detrás del concreto
La terminal que los sanjuaninos conocen hoy fue inaugurada en 1973. En 2018, recibió una muy necesaria «puesta a punto». Esa remodelación fue un esfuerzo considerable que modernizó gran parte del edificio, sumó locales comerciales y mejoró el confort con climatización y nuevas áreas de espera. Sin embargo, esa obra fue, en esencia, una actualización de un sistema que ya operaba al límite. No resolvió el problema de fondo: la capacidad había sido superada por la demanda.
El proyecto actual, en cambio, nace de una necesidad estratégica. Es la respuesta a un diagnóstico claro: el crecimiento demográfico, la pujanza del turismo y el rol de San Juan como polo para la minería y la agroindustria exigen un hub logístico que no actúe como un cuello de botella. La nueva ampliación es la visión a largo plazo para evitar ese estrangulamiento.

Dos terminales en una: cómo funcionará el nuevo ecosistema
El plan es tan simple como efectivo: dividir para reinar. La operatividad se segregará para optimizar los flujos y la experiencia del pasajero:
- El Edificio Actual: Corazón Provincial. La estructura que hoy conocemos será refuncionalizada para concentrar de manera exclusiva todos los servicios de transporte interdepartamental.
- El Nuevo Edificio: Puerta al País y al Mundo. La nueva y moderna nave de 14.000 m² se encargará de gestionar todos los arribos y partidas de media y larga distancia, tanto nacionales como internacionales.
Ambos edificios, el histórico y el nuevo, no estarán aislados. Un puente peatonal aéreo de más de 75 metros los conectará, creando un ecosistema integrado pero ordenado. Esta megaestructura se complementará con nuevos patios de comida, locales comerciales y terrazas, convirtiendo la espera en una experiencia más amena.
Más allá de los ladrillos: el impacto en la economía provincial
Una inversión de esta magnitud genera un efecto dominó en la economía. El proyecto no solo implica un masivo impulso al sector de la construcción durante su ejecución, sino que se establece como un activo estratégico a futuro. Una terminal moderna y eficiente reduce costos logísticos para las empresas, mejora la primera impresión del turista —lo que impacta directamente en el sector hotelero y de servicios— y consolida la imagen de San Juan como una provincia que invierte en su desarrollo.
El próximo 1 de septiembre, cuando se abran los sobres de la licitación, no solo se conocerán los competidores de esta megaobra. Se estará dando el primer paso real para que San Juan no solo remodele una estación, sino que construya el próximo capítulo de su historia de conectividad y crecimiento económico.