Este miércoles 20 de agosto se celebra en todo el mundo el Día de la Papa Frita, una fecha que, aunque de origen incierto, se instaló como un homenaje global a una de las comidas más populares, versátiles y queridas de la gastronomía contemporánea.
Un origen sin dueño… pero con muchas versiones
A diferencia de otras efemérides, el origen del Día de la Papa Frita no está del todo claro. No hay documentos que certifiquen quién impulsó la celebración ni en qué año exacto se estableció. Lo que sí es un hecho es que, con el paso del tiempo, la jornada ganó peso cultural y popularidad, al punto de convertirse en excusa para honrar a este clásico culinario.
La eterna disputa: ¿Francesa o belga?
La historia de la papa frita está marcada por una rivalidad histórica. Francia sostiene que nació en el siglo XVIII sobre el Pont Neuf de París, donde vendedores ambulantes las cocinaban en braseros a la vista del público. Pero Bélgica reclama la autoría con igual vehemencia, afirmando que su método tradicional —cocinar en dos etapas, primero en aceite y luego en grasa— es el verdadero origen del plato.
La disputa nunca se resolvió, pero dio lugar a una deliciosa diversidad de estilos, texturas y sabores.
Cómo lograr las papas fritas perfectas
Más allá del origen, lo cierto es que lograr unas papas fritas de calidad profesional no es tarea menor. Estos son los cinco tips infalibles para obtener un resultado crocante por fuera y tierno por dentro:
- Remojar las papas cortadas en agua fría para eliminar el exceso de almidón.
- Escurrir y orear bien antes de freír, evitando humedad.
- Freír en aceite abundante y a temperatura constante.
- No amontonarlas al sacarlas para que mantengan su textura.
- Salarlas al final, cuando ya estén tibias, para no ablandarlas.
Un clásico argentino
En Argentina, la papa frita no es solo una guarnición: es parte del ADN culinario nacional. Ya sea con milanesa, hamburguesa, huevo o sola con un poco de ketchup, tiene un lugar asegurado en la mesa familiar y en los delivery de todo el país.
Hoy, más que nunca, es el día ideal para celebrarlas. Porque hay pocas certezas en el mundo, pero una de ellas es esta: una buena papa frita mejora cualquier jornada.
