Una sombra espesa se cierne sobre la National Basketball Association (NBA) con la impactante noticia de la detención de dos figuras prominentes: Chauncey Billups, entrenador de los Portland Trail Blazers, y Terry Rozier, base de los Miami Heat. Ambos quedaron bajo custodia policial tras una exhaustiva investigación del FBI que desarticuló una compleja red criminal dedicada a las apuestas ilegales y al presunto amaño de competiciones, con pérdidas millonarias para las víctimas.
El ingenio de la estafa: mafia y alta tecnología
El fiscal estadounidense Joseph Nocella no escatimó en detalles al señalar a Billups, de 49 años, como parte de un entramado que involucraba a más de 30 personas. La acusación: una “trama nacional para amañar partidas ilegales de póker” que se valía de “alta tecnología para hacer trampas”. Para añadir un tinte aún más oscuro, el director del FBI, Kash Patel, confirmó la participación de miembros de la «organización mafiosa siciliana La Cosa Nostra». Billups, una leyenda del baloncesto con un MVP de las finales de la NBA y miembro del Salón de la Fama, fue detenido en Oregón horas después de dirigir a su equipo en el inicio de la temporada.
La comisaria de Nueva York, Jessica Tisch, ofreció un escalofriante panorama sobre los métodos de esta red. «Había barajadoras personalizadas que podían leer las cartas, barajas con códigos de barras y cámaras ocultas integradas en las mesas y en los accesorios de iluminación», explicó Tisch, según recogió AFP. La premisa era simple y brutalmente efectiva: «Las víctimas creían que estaban sentadas en una mesa justa. En cambio, les estafaron millones».
Jugadas sospechosas y la defensa de rozier
En cuanto a Terry Rozier, de 31 años, las imputaciones son igual de graves y apuntan directamente a su desempeño deportivo. El fiscal Nocella lo acusó de participar en “una de las tramas de corrupción deportiva más descaradas desde que las apuestas deportivas online se legalizaron ampliamente en Estados Unidos”, vinculando también al exjugador Damon Jones. Se trata de “una conspiración interna de apuestas deportivas que explotaba información confidencial sobre los atletas y equipos de la NBA”.
Las pruebas presentadas incluyen un video viral donde Rozier protagoniza «pérdidas de balón insólitas» y «malos lanzamientos» en un partido de la temporada 2024/25 frente a Cleveland Cavaliers, alimentando las sospechas de amaño. Más contundente aún es el ejemplo citado por la comisaria Tisch: un partido del 23 de marzo de 2023, cuando Rozier militaba en los Charlotte Hornets. El jugador habría «dejado en claro a sus cómplices que tenía previsto abandonar el partido antes de tiempo con una supuesta lesión». Con esta información privilegiada, el grupo habría apostado más de 200.000 dólares sobre su rendimiento, obteniendo decenas de miles de dólares de ganancia cuando el basquetbolista abandonó la cancha a los nueve minutos.
Frente a estas acusaciones, el abogado de Terry Rozier, James Trusty, se mostró combativo. «Los fiscales parecen estar creyendo en fuentes espectacularmente increíbles en lugar de basarse en pruebas reales de irregularidades», afirmó en un comunicado. Trusty insistió en que «Terry fue absuelto por la NBA y estos fiscales han reabierto ese caso inexistente. No es un apostador, pero no le da miedo luchar y espera ganar esta batalla». Cabe recordar que las normativas de la NBA prohíben categóricamente que sus jugadores realicen apuestas deportivas en la competencia.
Un patrón de conducta en la liga
Este nuevo escándalo no es un hecho aislado. El fiscal Nocella hizo hincapié en que esta acusación se relaciona con la detención, el año pasado, de Jontay Porter, exjugador de los Toronto Raptors. Porter, de 25 años, fue expulsado de por vida de la liga por su participación en un escándalo de apuestas, tras declararse culpable de conspiración para cometer fraude electrónico y aguardar sentencia.
Por su parte, la Asociación de Jugadores de la NBA (NBPA) emitió un comunicado donde reafirma: “La integridad del juego es primordial para los jugadores de la NBA, pero también lo es la presunción de inocencia, y ambas se ven obstaculizadas cuando se abusa de la popularidad de los jugadores para llamar la atención. Nos aseguraremos de que nuestros miembros estén protegidos y se les concedan sus derechos procesales a lo largo de este proceso”. La tensión crece en la NBA, mientras la sombra de las apuestas ilegales amenaza con redefinir la imagen de algunas de sus estrellas.
Un sismo sacude a la NBA tras el arresto del entrenador Chauncey Billups (Portland Trail Blazers) y el jugador Terry Rozier (Miami Heat), investigados por el FBI por presuntos lazos con redes de apuestas ilegales y amaño de partidos. La trama criminal, que habría estafado millones, involucra el uso de tecnología avanzada en mesas de póker y la manipulación de resultados deportivos, con Rozier bajo la lupa por supuestas lesiones fraudulentas para influir en apuestas, todo ello en un contexto donde la liga prohíbe estrictamente estas prácticas a sus atletas.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
A Rozier lo acusan de ‘lesionarse’ a conveniencia, generando ganancias. Su abogado jura que son ‘fuentes increíbles’. Lo que es increíble es la falta de límites. La integridad del deporte, una broma de mal gusto.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Una sombra espesa se cierne sobre la National Basketball Association (NBA) con la impactante noticia de la detención de dos figuras prominentes: Chauncey Billups, entrenador de los Portland Trail Blazers, y Terry Rozier, base de los Miami Heat. Ambos quedaron bajo custodia policial tras una exhaustiva investigación del FBI que desarticuló una compleja red criminal dedicada a las apuestas ilegales y al presunto amaño de competiciones, con pérdidas millonarias para las víctimas.
El ingenio de la estafa: mafia y alta tecnología
El fiscal estadounidense Joseph Nocella no escatimó en detalles al señalar a Billups, de 49 años, como parte de un entramado que involucraba a más de 30 personas. La acusación: una “trama nacional para amañar partidas ilegales de póker” que se valía de “alta tecnología para hacer trampas”. Para añadir un tinte aún más oscuro, el director del FBI, Kash Patel, confirmó la participación de miembros de la «organización mafiosa siciliana La Cosa Nostra». Billups, una leyenda del baloncesto con un MVP de las finales de la NBA y miembro del Salón de la Fama, fue detenido en Oregón horas después de dirigir a su equipo en el inicio de la temporada.
La comisaria de Nueva York, Jessica Tisch, ofreció un escalofriante panorama sobre los métodos de esta red. «Había barajadoras personalizadas que podían leer las cartas, barajas con códigos de barras y cámaras ocultas integradas en las mesas y en los accesorios de iluminación», explicó Tisch, según recogió AFP. La premisa era simple y brutalmente efectiva: «Las víctimas creían que estaban sentadas en una mesa justa. En cambio, les estafaron millones».
Jugadas sospechosas y la defensa de rozier
En cuanto a Terry Rozier, de 31 años, las imputaciones son igual de graves y apuntan directamente a su desempeño deportivo. El fiscal Nocella lo acusó de participar en “una de las tramas de corrupción deportiva más descaradas desde que las apuestas deportivas online se legalizaron ampliamente en Estados Unidos”, vinculando también al exjugador Damon Jones. Se trata de “una conspiración interna de apuestas deportivas que explotaba información confidencial sobre los atletas y equipos de la NBA”.
Las pruebas presentadas incluyen un video viral donde Rozier protagoniza «pérdidas de balón insólitas» y «malos lanzamientos» en un partido de la temporada 2024/25 frente a Cleveland Cavaliers, alimentando las sospechas de amaño. Más contundente aún es el ejemplo citado por la comisaria Tisch: un partido del 23 de marzo de 2023, cuando Rozier militaba en los Charlotte Hornets. El jugador habría «dejado en claro a sus cómplices que tenía previsto abandonar el partido antes de tiempo con una supuesta lesión». Con esta información privilegiada, el grupo habría apostado más de 200.000 dólares sobre su rendimiento, obteniendo decenas de miles de dólares de ganancia cuando el basquetbolista abandonó la cancha a los nueve minutos.
Frente a estas acusaciones, el abogado de Terry Rozier, James Trusty, se mostró combativo. «Los fiscales parecen estar creyendo en fuentes espectacularmente increíbles en lugar de basarse en pruebas reales de irregularidades», afirmó en un comunicado. Trusty insistió en que «Terry fue absuelto por la NBA y estos fiscales han reabierto ese caso inexistente. No es un apostador, pero no le da miedo luchar y espera ganar esta batalla». Cabe recordar que las normativas de la NBA prohíben categóricamente que sus jugadores realicen apuestas deportivas en la competencia.
Un patrón de conducta en la liga
Este nuevo escándalo no es un hecho aislado. El fiscal Nocella hizo hincapié en que esta acusación se relaciona con la detención, el año pasado, de Jontay Porter, exjugador de los Toronto Raptors. Porter, de 25 años, fue expulsado de por vida de la liga por su participación en un escándalo de apuestas, tras declararse culpable de conspiración para cometer fraude electrónico y aguardar sentencia.
Por su parte, la Asociación de Jugadores de la NBA (NBPA) emitió un comunicado donde reafirma: “La integridad del juego es primordial para los jugadores de la NBA, pero también lo es la presunción de inocencia, y ambas se ven obstaculizadas cuando se abusa de la popularidad de los jugadores para llamar la atención. Nos aseguraremos de que nuestros miembros estén protegidos y se les concedan sus derechos procesales a lo largo de este proceso”. La tensión crece en la NBA, mientras la sombra de las apuestas ilegales amenaza con redefinir la imagen de algunas de sus estrellas.
A Rozier lo acusan de ‘lesionarse’ a conveniencia, generando ganancias. Su abogado jura que son ‘fuentes increíbles’. Lo que es increíble es la falta de límites. La integridad del deporte, una broma de mal gusto.