Capcom nos tira este nuevo título con la promesa de «diversión, adrenalina, aventura, desafíos y hasta culinaria». ¡Culinaria! ¿Acaso ahora somos chefs con complejo de Rambo?
Resulta que en este juego no basta con aporrear botones como si te hubiera picado una abeja en el dedo. No señor, acá hay que pensar. Hay que observar los patrones de los monstruos, sus debilidades… ¡casi como si fuera un juego de ajedrez con garras y dientes!
Y ni hablar de los compañeros: un gato ninja personalizable y un perro-taxi gigante llamado Seikret. Sí, leyeron bien, ¡un perro-taxi! Aparentemente, además de llevarte de paseo, te salva el pellejo y te tira comentarios irónicos. Casi como tener un suegro virtual.
El juego te promete un mundo abierto lleno de bichos, plantas y paisajes hermosos… para que los destroces/recolectes en nombre del progreso. Un verdadero paraíso para el ecologista interior de cada uno (nótese el sarcasmo).
Y si la soledad te abruma, siempre podés llamar a tus amigos para que te ayuden a masacrar fauna exótica. O, en su defecto, la IA te mandará a unos NPCs que seguramente serán más útiles que tu primo el que juega con una mano en el bolsillo.
En fin, Monster Hunter: Wilds: ¿Revolucionará el género o terminará en la pila de juegos olvidados? Solo el tiempo (y las ventas) lo dirán. Por ahora, nos quedamos con la intriga y la promesa de un festín… de monstruos.
Monster Hunter: Wilds: Un festín de desafíos y descubrimientos
La saga Monster Hunter, un clásico desde 2004, regresa con una nueva entrega que promete una experiencia renovada y emocionante. Monster Hunter: Wilds, desarrollado por Capcom, invita a los jugadores a sumergirse en un vasto mundo lleno de criaturas impresionantes, desafíos estratégicos y una profunda inmersión en la cultura y los ecosistemas del juego.
La caza: un ballet de estrategia y precisión
En Monster Hunter: Wilds, la caza no se trata simplemente de fuerza bruta. El juego exige a los jugadores observar los patrones de ataque de los monstruos, identificar sus puntos débiles y adaptar sus estrategias en tiempo real. Dañar partes específicas del cuerpo del enemigo, ejecutar ataques especiales y aprovechar el entorno son claves para la victoria. Los combates, que pueden durar entre 10 y 20 minutos, se convierten en un emocionante baile de precisión y paciencia.
Compañeros de aventura: felinos, «perro-taxis» y cazadores aliados
La soledad del cazador se ve mitigada por la compañía de dos aliados incondicionales: un camarada felino personalizable y el Seikret, una criatura que funciona como montura y herramienta multiusos. El Seikret no solo permite recorrer el vasto mundo del juego, sino que también asiste en combate, permitiendo cambiar de armas, curar heridas e incluso acceder a zonas elevadas. Además, el juego incorpora un sistema multijugador que permite a los cazadores unirse para enfrentar desafíos en equipo, ya sea con amigos o con otros jugadores online.
Un mundo vibrante y lleno de secretos
El mundo de Monster Hunter: Wilds rebosa de vida. La fauna y la flora interactúan entre sí, creando un ecosistema dinámico que el jugador puede explorar y aprovechar. La recolección de recursos, la observación del comportamiento animal y la exploración de paisajes impresionantes son parte integral de la experiencia. El juego invita a perderse en sus detalles, desde diálogos que revelan la historia de la región hasta las minuciosas animaciones de las criaturas y la detallada representación de la gastronomía del juego. La personalización del personaje y la creación de equipamiento a partir de los recursos recolectados completan la experiencia, ofreciendo un sinfín de posibilidades para adaptar el juego al estilo de cada jugador.