Guerra del fútbol: ¿Por qué miles de webs españolas cayeron?

Redacción Cuyo News
7 min
Cortito y conciso:

Una disputa entre LaLiga y Cloudflare dejó a miles de páginas web españolas fuera de servicio, afectando a usuarios y empresas. LaLiga acusa a Cloudflare de lucrarse con la piratería de fútbol, mientras Cloudflare denuncia bloqueos desproporcionados. Operadoras cumplen órdenes judiciales de bloqueo, pero la solución a la piratería parece esquiva y costosa.

Durante casi dos semanas, miles de internautas españoles se encontraron con páginas caídas sin previo aviso, dejando a propietarios y usuarios en la más absoluta incertidumbre. ¿La razón detrás de semejante desbarajuste digital? El fútbol, como no podía ser de otra manera, y una batalla campal entre dos pesos pesados de la industria: LaLiga y Cloudflare.

El *quid* de la cuestión reside en la eterna lucha contra la piratería, especialmente la de las retransmisiones deportivas. El *copyright*, ese concepto tan caro a las empresas tradicionales, vuelve a chocar con la velocidad y el aparente anonimato que ofrecen las plataformas digitales. Recordemos el intento de la Audiencia Nacional de cerrar Telegram, un precedente que, aunque distinto, comparte la misma esencia: «una empresa con derechos valiosos, LaLiga; una enorme compañía de servicios digitales estadounidense, Cloudflare; y un campo de batalla cada vez más complejo.»

El primer damnificado en levantar la voz fue Daniel Galán, creador de la web de videojuegos Rifty. Tras días de incertidumbre, Galán recurrió a foros de ayuda técnica, desatando una ola de quejas similares. «Parece que Movistar está bloqueando las conexiones a webs que usan Cloudflare. ¿Se sabe algo?», rezaba su mensaje. Poco después, la chispa se convirtió en un incendio que puso en jaque el tráfico de internet en España.

Pero, ¿qué está pasando realmente? ¿Por qué LaLiga se enfrenta a Cloudflare?

## La liga contra las cuerdas a cloudflare

LaLiga, la entidad que rige el fútbol profesional español, acusa directamente a Cloudflare de «lucrarse con conocimiento de causa de las actividades ilegales relacionadas con la piratería». La respuesta de Cloudflare no se hizo esperar, acusando a LaLiga de priorizar «sus intereses comerciales [..] por encima del derecho de millones de personas a acceder a internet».

La trama se complica al conocerse que, tras el derbi entre el Atlético y el Real Madrid, LaLiga anunció la desactivación de la «plataforma de piratería en vivo DuckVision», señalando a Cloudflare. Ahí fue cuando los usuarios empezaron a atar cabos: los cortes en internet parecían tener nombre y apellido.

Fuentes de Vodafone confirmaron que, siguiendo órdenes judiciales, las operadoras reciben listas de direcciones IP (IPs) para bloquear, supuestamente por distribuir contenido de manera ilegal. Esta capacidad de bloqueo se basa en una sentencia de un juzgado de Barcelona de 2022.

Algo que caldeó los animos fue la introducción por parte de Cloudflare de un mecanismo llamado ECH, dicen que para proteger la privacidad de los usuarios. «impide a las redes husmear qué webs visita un usuario».

### La metáfora de la urbanización

Para entender la magnitud del problema, Manuel Márquez, de Cloudata, propone una analogía: una urbanización con 5.000 casas, donde una de ellas comete un delito. Cloudflare, en este caso, sería la garita de seguridad, protegiendo a sus clientes (las casas) de ataques externos en el vasto mundo de internet.

El problema surge cuando LaLiga exige a Cloudflare actuar contra esa «casa» específica, pero la empresa de servicios digitales no responde con la celeridad deseada. Cloudflare se defiende argumentando que, si bien no puede eliminar contenido que no aloja, cuenta con «procesos bien definidos para gestionar abusos y ayudar a los titulares de derechos a contactar con los proveedores de servicios que sí pueden tomar medidas efectivas».

Pero aquí radica el verdadero problema: Cloudflare opera con docenas de servidores en España, cada uno con su propia IP, dirigiendo a cientos de miles de páginas. LaLiga, harta de perseguir a los piratas, decide ir directamente al hueso, «aplastando directamente el negocio de Cloudflare».

## ¿Matar moscas a cañonazos? el daño colateral

La decisión de LaLiga no ha estado exenta de consecuencias. Daniel Galán, de Rifty, ha visto su tráfico caer entre un 20% y un 30% diarios. Luis Rodríguez, de Japonismo, lamenta la pérdida de tiempo, credibilidad y dinero. «Perdimos alrededor de un 20% de las visitas en estos días, y si pierdes visitas, pierdes ingresos publicitarios y ventas de productos y servicios», sentencia.

Las operadoras, por su parte, se defienden argumentando que se limitan a cumplir la ley. Sin embargo, Arturo Azcorra, ex Secretario General de Telecomunicaciones, señala que «hay muchas formas de aplicar el bloqueo. Puedes arrastrar los pies». Movistar, además de operadora, es también plataforma de contenidos (Movistar+), lo que podría explicar su mayor celo a la hora de aplicar los bloqueos. «Telefónica es proveedor de contenidos, es muy sensible», afirma Azcorra.

En definitiva, la guerra entre LaLiga y Cloudflare pone de manifiesto la dificultad de combatir la piratería en un mundo cada vez más conectado y complejo. ¿Es lícito «matar moscas a cañonazos», afectando a miles de usuarios inocentes? ¿O es Cloudflare un refugio para los piratas, amparándose en la privacidad para ocultar actividades ilegales? El debate está abierto y, por lo visto, todavía tiene varios capítulos por escribir. Mientras tanto, el internauta de a pie sigue pagando los platos rotos.

Compartir

🔺 Tendencia

🔺 Tendencia