La Justicia condenó a 10 años de prisión a Marina Tondini de Jiménez, directora del Ballet Salta, por haber abusado sexualmente de su nieto. La sentencia se conoció tras una denuncia impulsada en 2022 por la víctima junto a su padre. La mujer, de 73 años, permanecerá en libertad hasta tanto el fallo quede firme.
“Esto fue Justicia, y ojalá que sea un mensaje para las víctimas y las familias de las víctimas por abuso sexual”, expresó Emanuel Jiménez este jueves, luego de conocerse el veredicto contra su abuela.
Los hechos investigados
Según fuentes del caso, los abusos ocurrieron en distintas oportunidades, tanto cuando víctima y agresora se encontraban solos en el domicilio como durante las noches, mientras el resto de la familia dormía.
El joven también relató que los ataques se repitieron durante vacaciones familiares en Mar del Plata y aseguró que su abuela lo amenazaba de manera constante para evitar que contara lo sucedido.
Impacto institucional y comunicado oficial
El caso generó un fuerte impacto en la comunidad artística provincial y nacional, dado que Jiménez cuenta con una trayectoria de más de 50 años al frente del Ballet Salta y se desempeñó como exdirectora del Instituto de Música y Danzas de la provincia.
Tras la difusión del fallo, la institución que dirige desde 1970 emitió un comunicado en el que remarcó que “la sentencia no se encuentra firme”, al existir recursos judiciales pendientes antes de que la condena sea de cumplimiento efectivo.
Firmado por la dirección artística, el texto subrayó que Jiménez continúa eximida de prisión y que seguirá cumpliendo con las obligaciones procesales mientras dure la apelación. Además, el Ballet expresó: “Mantenemos un profundo respeto por el funcionamiento de la Justicia, por el trabajo de los organismos intervinientes y por todas las partes involucradas. Por este motivo, la institución se abstiene de emitir valoraciones sobre el contenido del veredicto o sobre aspectos vinculados al proceso”.
La palabra de la víctima
Durante una entrevista posterior al fallo, el joven explicó que decidió hablar públicamente con el objetivo de acompañar a otras víctimas que atravesaron situaciones similares.
“Hablar de ella me remueve todo, pero hablo para que la gente diga basta, diga no, hasta acá llegaste. Nunca es tarde para hablar y empezar a sanar”, manifestó. También agradeció el acompañamiento de su familia, la asistencia terapéutica y el respaldo de organismos de protección de víctimas.
Finalmente, relató que recibió cuestionamientos y dudas por parte de personas que no creyeron la acusación debido a la figura pública de su abuela, y explicó que decidió romper vínculos familiares y alejarse del ámbito de la danza folclórica salteña para desarrollarse en otros circuitos artísticos.
